Dos clásicos en uno, ‘Casa de muñecas’ y Etelvino Vázquez

El histórico director y actor asturiano llega a El Albéitar con su grupo, Teatro del Norte, y la versión de la obra de Henrik Ibsen

Fulgencio Fernández
31/01/2015
 Actualizado a 18/09/2019
Un momento de una representación de ‘Casa de muñecas’, de Ibsen, en la versión de los asturianos Teatro del Norte.
Un momento de una representación de ‘Casa de muñecas’, de Ibsen, en la versión de los asturianos Teatro del Norte.
El teatro de El Albéitar acoge esta noche (21 horas) a dos nombres de los que siempre tienen gancho, y más unidos: Etelvino Vázquez, un clásico del teatro asturiano ahora al frente de Teatro del Norte, y una gran obra, ‘Casa de muñecas’, de Ibsen. Merece la pena, seguro, acercarse al Albéitar para ver esta versión de esta historia que pese a ser de 1879 tiene toda la vigencia del mundo. Lee la explicación de ella: "He sido la muñeca de tu casa, como fui la muñeca en casa de mi padre.
Te casaste conmigo, me trajiste a tu casa y pasé, sin darme cuenta, de las manos de mi padre a las tuyas. Y aquí era lo mismo: todo se arreglaba según tu gusto. Yo estaba siempre de acuerdo contigo, o lo fingía He vivido para  divertirte cuando necesitabas distracción, y he callado cuando venias cansado, para no molestarte. Eso es todo lo que se hacer estar alegre o callar. Nunca he sido feliz aquí. A veces creía serlo, pero ahora comprendo que me engañaba. Nunca he sido feliz aquí… nunca… Ya ves lo que ha sido nuestro matrimonio, nuestro hogar: una casa de muñecas. Tú y mi padre  habéis cometido un gran error conmigo; sois culpables  de que no llegara a ser alguien". Y lo firma la protagonista: Nora. Complétalo con lo que decía el propio Ibsen: "Nuestra sociedad es masculina y hasta que no  entre en ella la mujer no será humana".

Henrik Ibsen:Nuestra sociedad es masculina y hasta que no entre en ella    la mujer no será humana Éste es el germen de la historia que nos cuenta Teatro del Norte.  De la que Telvi cuenta que "Nora, al descubrir su mentira vital, al descubrir su verdadero yo frente a lo que simula ser,  se convierte entonces  en una persona decidida y capaz de luchar para demostrar que  las mujeres pueden ser  libres e iguales a los hombres, incluso superiores;  para demostrar  que hay que luchar para romper las mentiras, para defender las ideas,  aunque la mayoría de las veces, por desgracia, nos sintamos solos, incomprendidos y al final derrotados, pero orgullosos de haber intentado ese  viaje para conseguir llegar a demostrar que somos alguien".  

Con esta obra que hoy llega a El Albéitar se considera que dio comienzo el teatro moderno. La trama de ‘Casa de muñecas’ nos cuenta la historia de Nora, una mujer que como la gran mayoría de los personajes de Ibsen, "no se conforma con vivir una vida cotidiana con sus alegrías y sus contratiempos. Necesita una  misión que realizar, un proyecto que se encuentra por encima de sus fuerzas, pero un proyecto que le permite imponerse a los otros, que le permite no cumplir las normas de la moral, que le permite ser, finalmente, ella misma y poder desenmascarar así la mentira en que se ha vuelto su vida. Nora es una muchacha educada para llevar una venda en los ojos y que  sirve de juguete a su  padre y a su  marido. Cuando se le cae la venda,  porque ama y lo arriesga todo para salvar ese amor,  la imagen que tiene de si misma da un vuelco fenomenal y aparece, la gran innovación que establece Ibsen para fundar el teatro modero, la acción interior".

Podemos ser derrotados, pero orgullosos de haber intentado el viaje para poder demostrar que somos alguien Todo ello en manos de Etelvino Vázquez (Lugones, 1950), uno de los más destacados impulsores del teatro independiente español, formando parte de compañías míticas como Caterva (1968/1977), Margen (1978/1984) o el propio Teatro del Norte que funda y dirige desde el ya lejano 1985.
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