Desde las Arrimadas a Lugán

Una ruta que discurre por montes suaves y valles sinuosos

Vicente García
16/10/2020
 Actualizado a 16/10/2020
Vista de las montañas del Oeste. | VICENTE GARCÍA
Vista de las montañas del Oeste. | VICENTE GARCÍA
El otoño es una estación en la que las zonas arboladas suelen presenta unos colores muy vistosos y, aunque las hayas y los cerezos crean tapices de colores extraordinarios, los robles, en su momento, y los chopos y álamos de las vegas suelen colorearse en amarillos y ocres a lo largo de la estación. Se propone esta ruta para el presenta otoño que ahora comienza y poco va a durar.

La zona de Boñar es la antesala de la montaña central leonesa que se hace cada vez más abrupta hacia el Norte. Al sur se pueden encontrar pequeñas elevaciones y caminos interesantes para recorrer. En una ruta anterior se subió a la peña Atobal desde Vegaquemada. La que se propone en esta ocasión tiene una orografía similar, aunque sin las fuertes paredes de la Peña.

Se trata de una serie de montes suaves sobre una base de conglomerado que en esta ocasión no forman paredes verticales pero sí hay zonas de roca viva. Es una zona en la que no existen demasiadas cumbres que admirar, pero el recorrido es interesante y el laberinto de caminos que se entrecruzan puede hacer que el caminante siga rutas singulares en un entorno diferente.Para hacer la ruta hay que cuidar la logística y disponer de transporte al final. Si no es posible se debe volver por el mismo camino u otro, como el de la antena y al llegar al tercer paso por la línea de alta tensión seguir el camino a Santa Colomba y al bajar a las Arrimadas a media ladera tomar el que va a Barrillos.La rutaLa ruta comienza en la localidad de Barrillos de las Arrimadas, en la ermita de los Remedios, desde donde se toma un camino empinado que ha sido encementado para seguir cuesta arriba una vez finalizado el cemento y que poco después se suaviza un poco y entra en zona arbolada de robles jóvenes.Tras una revuelta bastante pindia se encuentra una zona de roca conglomerada y libre de árboles, donde han situado un mirador con su banco para sentarse, y en este enclave se puede contemplar toda la vega de Boñar teniendo en primer término una serie de vallejas que descienden, similares a las excavaciones en forma de peine que se han visto en algunas otras zonas realizadas para las explotaciones auríferas de la época romana. La vista es muy agradecida, pudiéndose contemplar las cumbres del Pico Cueto, el Polvoredo y Peña Galicia, el Pico de Valdorria y las peñas del Doctor, así como, más lejos, las montañas que preceden al Susarón y San Isidro.Continuando la ruta se sigue subiendo a través del bosque de jóvenes robles con algunos matorrales para poco después llegar a una intersección yendo por el camino de la izquierda, bastante mejor que el anterior. Tras otro tramo algo más corto se toma el desvío de la derecha. En estos momentos se pasa por la parte más alta de la ruta a 1220 metros de altitud.Sigue el camino por esta parte más elevada descendiendo ligeramente hasta llegar al Alto de las Casas donde hay un desvío en el que se va hacia la derecha continuando el descenso para pasar bajo la línea de alta tensión y continuar por el camino que después hace una revuelta hacia la derecha, por la que se debe descender, pasando de nuevo bajo la línea de alta tensión, cruzar el arroyo de Valdelarruda, e ir por otro más pequeño y al llegar al fondo de ese valle, se traza otra fuerte revuelta en dirección contraria para subir de nuevo, pasando por tercera vez bajo los cables de la alta tensión, donde se enlaza con el camino que viene de Santa Colomba de las Arrimadas.

Se sigue en dirección suroeste un buen tramo, siempre al abrigo del bosque, hasta llegar al Alto del Manzanal, donde hay una nueva intersección con un camino que va por la parte más elevada hacia la antena y luego desciende, o el camino que se ha tomado en esta ocasión que baja hacia el valle directamente hasta enlazar en el Abesedo de las Carboneras con la ruta señalizada como PR-VE 4. En ese desvío se continúa hacia la derecha por un camino paralelo al arroyo Valdeboñar para cruzarlo, si va crecido, mediante un puente de madera, continuar bordeando los prados, cruzando un nuevo arroyo. Se sale a la pista que conduce directamente a la entrada de Lugán por el potro de herrar restaurado. Solamente hay que visitar la localidad, admirar su entorno y finalizar la ruta.
Lo más leído