Cuarentena Cultural (XXIII)

Los redactores y colaboradores de La Nueva Crónica ofrecen una serie de propuestas para cultivar el espíritu durante el tiempo que dure el confinamiento / José Antonio Llamas, Joaquín Revuelta y Santiago Revuelta

L.N.C.
06/05/2020
 Actualizado a 06/05/2020
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La recomendación de José Antonio Llamas


Libro: 'Pueblo cautivo', de Eugenio de Nora
Uno de los libros míticos leoneses es el titulado ‘Pueblo cautivo’ que se puede encontrar en la colección ‘Breviarios de la calle del pez’ con el número 39, y que lleva la firma del Gran Eugenio de Nora. En el prólogo de Sabino Ordás (Mateo, Merino y Aparicio) se desgrana su vicisitud, y en un artículo del ya fallecido Ernesto Escapa en El Diario de León (que se encuentra fácilmente en Internet) se puede ampliar información al respecto.

El «pueblo cautivo» era aquella España de la inmediata posguerra civil en la que un joven veinteañero siente que no puede respirar el mínimo de libertad que necesita, y recurre a la poesía para quejarse al mundo libre; para pedir auxilio. No se trata pues de poesía en estado puro, sino de vida. No se trata de una reclamación de auxilio, sino de un grito. No se trata de filosofía sino de angustia. Y el lector, si, como tantos otros leoneses provincianos, (no hay nada más universal que lo provinciano, como suele proclamar el académico Luis Mateo Díez) padeció esa misma enfermedad, puede buscar hoy en ese libro alguna concomitancia con el cautiverio que estamos viviendo por culpa de la pandemia del Covid 19. Aunque no sea lo mismo.No es lo mismo por dos razones: una, que a este encierro podemos verle la salida; y dos, que no es debido a culpables directos y conocidos. Por eso, nuestra angustia es de otro orden y en nada comparable a la que provocó el nacimiento de aquel libro. Lo que no quita para que este pueda ser un buen momento para volver a dejar resbalar nuestra vista sobre aquella joya de nuestra literatura que fue Eugenio de Nora.«De todo lo ganado, de todo lo perdido / de lo que fue algún día como luto o derrota / del amor y el desprecio que en el alma combaten, algo queda, sin duda: mirad la amarga tierra / húmeda, incorporando lo podrido y deforme / en árboles y estratos de nueva arquitectura: / se sucede la vida, y al igual, tiempo a tiempo / la historia se sucede. Desolación o muerte / recibimos; un pueblo debatido en el fango: / ¿Qué edificar entonces? Lo podrido dio podre, /el cadáver de España, peste negra y gusanos.»Y continúa: «Pero la vida sigue sobre la muerte misma…»  Aunque ahora mismo la vida no siga para todos, ya que muchos han ido quedando atrapados en la red de la desdicha de esta peste del S. XXI. La recomendación de Joaquín RevueltaPelícula: 'Niebla', de Shim Sung-bo
Shim Sung-bo y Bong Jooh-ho contribuyeron en 2003 al auge internacional del cine surcoreano firmando un inteligente guión sobre la búsqueda de un asesino en serie por parte de un policía local y  un detective llegado de Seúl que dio origen a la aclamada ‘Memories of murder’ dirigida por el segundo. En ‘Niebla’ ambos vuelven a firmar el guión pero la dirección recae esta vez en el primero dando lugar a un violento drama tan atractivo como desigual en su resultado.

La recomendación de Santiago Revuelta


Libros: 'El Camino', de Miguel Delibes
No cabe mejor epílogo para la que considero mi última colaboración en la Cuarentena Cultural de la Nueva Crónica de León, que rendir mi personal homenaje a Miguel Delibes en el centenario de su nacimiento. Le considero uno de los más grandes escritores de nuestro país, siendo la novela el género literario que dominó como pocos. Y aunque son muchas las novelas que merecen ser elogiadas, me decanto por ‘El Camino’ publicada en 1950, cuando su autor tan sólo tenía 30 años.

La pléyade de personajes con sus correspondientes apodos, se va sucediendo en la novela como si se tratara de una galería pictórica, magistralmente descrita y detallada con una mezcla de sencillez, humor, ternura y tragedia. De todos los personajes, hay que destacar la amistad y complicidad del protagonista, Daniel el Mochuelo, con Roque el Moñigo y Daniel el Tiñoso . La lectura te atrapa desde la primera página e invita a quien va leyendo a verlo como si se tratara de una película. No en vano, la novela fue llevada a la pequeña pantalla en 1963 por Ana Mariscal.

El protagonista, Daniel el Mochuelo, es un niño de 11 años que tiene que abandonar su querido pueblo y valle, además de a sus queridos amigos, no por voluntad propia, sino paterna.

Es en este acto de obediencia donde Delibes desvela al final de la novela el sentido de ese «camino» hacia un progreso incierto del protagonista, lejos de su pueblo natal: «Daniel, el Mochuelo, pensó que él renegaba de su camino por la ambición de su padre». El propio Delibes confesó algo tan íntimo como lo siguiente: «De pequeño me turbó la idea de que mi padre se muriera y me dejara solo».
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