Cuarentena Cultural (IV)

Los colaboradores de La Nueva Crónica ofrecen una serie de propuestas para cultivar el espíritu durante el tiempo que dure el confinamiento / Noemí Sabugal, José Luis Gavilanes e Ignacio Fernández Herrero

L.N.C.
20/03/2020
 Actualizado a 17/04/2020
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La recomendación de Noemí Sabugal


Libro: 'El infinito en un junco'
En estos días extraños descubrimos, si es que lo habíamos olvidado, qué valiosas son las palabras. Esas que necesitamos y que queremos decirles a nuestra familia y amigos y no podemos hacerlo hablando en una cafetería. Palabras que, al final, se convierten en digitales y llegan por videollamada o por mensajes al móvil. Palabras que son abrazos.
Nos arropamos también en las palabras escritas, en libros que son un refugio. Uno de esos libros, además una declaración de amor a todos los libros, es mi recomendación para este tiempo de aislamiento y espera. ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo, es una obra que nos habla de la historia de los libros, a los que hemos inventado para vencer al tiempo y al espacio. Lo que escribió alguien hace muchos siglos, en una lengua que no conozco y en un país que nunca veré, lo puedo leer hoy en mi casa, con sólo abrir la mano y coger ese libro de la biblioteca.

Hay algo mágico en esto, pero la costumbre nos impide asombrarnos de lo que hacemos, dice Irene Vallejo. Leer es una comunicación íntima, una soledad sonora. «Piénsalo bien. Estás en silencio, recorriendo con la vista hileras de letras que tienen sentido para ti y te comunican ideas independientes del mundo que te rodea ahora mismo. Te has retirado, por decirlo así, a una habitación interior donde te hablan personas ausentes». ‘El infinito en un junco’ es también un viaje: de la Biblioteca de Alejandría a las pequeñas librerías de nuestros barrios. Y se agradece viajar en estos días de aeropuertos cerrados, en los que nuestro mundo se empequeñece y el de los demás parece inaccesible. «El libro ha superado la prueba del tiempo, ha demostrado ser un corredor de fondo». Es cierto. ‘El infinito en un junco’ es una buena muestra: es un libro sin fecha de caducidad. Nos recuerda la maravilla y el consuelo que aporta la lectura y que el libro, recuerda Irene Vallejo que decía Umberto Eco, es igual que la cuchara, la rueda o las tijeras: una vez inventados, no se puede hacer nada mejor.La recomendación de José Luis GavilanesPelículas: 'Un mundo feliz' y 'Trenes rigurosamente vigilados'
Recomendaría dos películas que se pueden descargar fácilmente por internet: una americana: ‘Un mundo feliz’, muy a propósito con lo que estamos viviendo y aún por vivir; y ‘Trenes rigurosamente vigilados’, una película checa de Jiri Menzel espléndida. Un abrazo (sin contacto) para  todos.


La recomendación de Ignacio Fernández Herrero


Película: 'El padrino'
El apartamiento obligado, la zozobra y, por qué no decirlo, cierta melancolía que nos nace de la situación que atravesamos constituyen un contexto más que adecuado para el examen vital. En ese sentido, pocos géneros como el de las memorias para cubrir casi cada una de las circunstancias antes mencionadas y todas a la vez. Y, de entre todo el catálogo memorialístico, se me ocurre recomendar 'Confieso que he vivido' de Pablo Neruda. Es un libro que tiene las dosis equilibradas de poesía y de crónica existencial como para ser disfrutado sin estridencias y, además, aprender algo. En mi caso, se trata de una lectura que me acompaña desde la adolescencia y que no ha envejecido en casi ninguno de sus estímulos.

Por otro lado, tantas horas de enclaustramiento aconsejan también dispersar la atención y embeberse en algunas músicas que hace años que no escuchamos. La oferta es inmensa, tanto como la diversidad de gustos, seguramente. Mi recomendación en este campo es volver sobre la discografía de Esclarecidos, un grupo colateral de los años de la movida, ni muy ruidosos, ni muy descarados. Unas músicas elegantes y unas letras sugerentes, desde su célula madre, «»Música para convenios colectivos» hasta su epílogo, un disco algo más extraño que se tituló «La fuerza de los débiles», muy apropiado para estos tiempos. Y, si se quiere, el repertorio se puede ampliar al disco posterior de su vocalista, la muy extraordinaria Cristina Lliso, titulado «Si alguna vez». Todo un atracón de buen gusto.

Por último, para las veladas, algo de cine del que siempre permanece: la trilogía de 'El padrino' de Francis Ford Coppola, con una nómina de actores dentro que no hay quien se la salte. Una narración admirable, tanto por el relato en sí mismo como por la composición fílmica. Es tan atractiva en todos sus ángulos que se olvida uno hasta de la realidad más inmediata, por dura que sea. La atención no decae en ningún momento, a pesar de su metraje, muy al contrario de lo que ocurre con las series de moda, tan artificialmente prolongadas. Y, además de todo eso, puede ser un buen eslabón para continuar con el resto de la cadena de la filmografía de Coppola, un genio. Si de paso logramos rememorar la ocasión en la que fuimos viendo esas películas por vez primera, con todas seguridad esa noche conseguiremos soñar con los angelitos.
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