Era agosto de 1988, curiosamente un verano que no estaba siendo marcado en León por la atonía informativa de estas fechas pues el ayuntamiento de la capital de la provincia vivía uno de sus momentos más convulsos, de noticias diarias, con el famoso Pacto Cívico que descabalgaba a Juan Morano de la alcaldía con un tripartito. Pero ésa es otra historia.
En mitad de la batalla Tarsicio Carballo, histórico líder del bercianismo entonces desde el Partido del Bierzo, comentó su escaso interés por lo que ocurría en León pues su preocupación El Bierzo era naturalmente su comarca, «y que El Bierzo fuera considerado como provincia».
Inesperadamente la respuesta, o la crítica le llegó desde el más famoso columnista del momento, Paco Umbral, entonces en Diario 16, quien se ocupó del bercianismo y de Carballo, en términos nada elogiosos. En su columna —que tituló ‘El Bierzo nación’—habla de las pretensiones de Carballo como «primores de lo vulgar», define su postura como «autonomismo folclórico y fascismo pequeño burgués»; al margen de definir a Tarsicio Carballo con una frase que ‘hizo furor’ en aquellas fechas. Llamaba a Tarsicio Carballo «hipogrifo violento del bercianismo» y llegaba a afirmar que «solo le faltaba (a Carballo) decir que cagamos distinto».

No se arrugó el berciano, quien negó lo de violento y reconoció que le había descolocado algo «la verborrea de don Paco con lo de hipogrifo»pero tenía que defenderse de «la ignorancia total y absoluta de la realidad berciana por El Bierzo y sus gentes». Y unos días más tarde manifestaba «sentirse emocionado por el apoyo de su partido y las gentes del Bierzo» en lo que llamaba ‘el caso Umbral’.
Por cierto, una de las batallas de aquellos días en León era «por el futuro de Feve»... Hace 37 años.