Cuando el arte cobra vida

La Fundación Cerezales inaugura este domingo ‘Aquí eran los ojos los que hablaban’, un diálogo entre Fina Miralles y Rita Ponce de León a través de sus obras en el que la vida prevalece ante cualquier estructura fija

C. Centeno
01/12/2018
 Actualizado a 13/09/2019
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La naturaleza rodea la Fundación Cerezales Antonino y Cinia y es una de sus razones de ser. Dentro del edificio, se ‘cuela’ en la sala de exposiciones a través de sus enormes cristaleras y, a partir de este domingo, formará parte también de su interior durante los meses de invierno con ‘Aquí eran los ojos los que hablaban’, una exposición en la que la vida prevalece ante cualquier estructura fija.

El comisario catalán Juan Canela ha sido el responsable de unir por primera vez a las dos artistas que componen la muestra: la catalana Fina Miralles y la peruana Rita Ponce de León. Dos mujeres separadas tanto geográfica como generacionalmente pero con una concepción del arte similar. «Hay vínculos en sus prácticas que me parecen muy potentes e importantes y que podían generar también un vínculo importante con la Fundación Cerezales y con el contexto en el que está ubicada», destacó este viernes Canela mientras ultimaba con Ponce de León el montaje de la exposición. «La idea era generar un diálogo entre las dos, en el contexto de la Fundación, traer algunas obras antiguas de Fina Miralles y algunas más recientes e invitar a Rita a que viniera a Cerezales para trabajar desde aquí, en contacto con lo que esto significa y también con la obra de Fina», explica el comisario, que lleva teniendo «conversaciones» con la artista catalana en Cadaqués –donde vive ella– desde hace más de tres años, que han desembocado en este proyecto y continúan fluyendo. A partir de esa idea, han querido «dejarnos llevar mucho y ver qué sucedía en este espacio», confiesa, por lo que no traían una idea preconcebida.

La joven artista peruana, afincada desde hace años en México, define la exposición como un diálogo entre ambas en el que «yo he trabajado como si Fina fuera una melodía y yo a partir de esa melodía hiciera otra voz». Ponce de León asegura que no ha conocido personalmente a Miralles a pesar de compartir con ella esta exposición que se inaugura mañana (12:00 horas) aunque «es un honor poder trabajar junto a su presencia en esta sala».

Fue el propio Canela el que tuvo la «muy buena intuición» de unir la obra de ambas artistas en ‘Aquí eran los ojos los que hablaban’. En el diálogo que ambas establecen a través de sus obras, los visitantes podrán ver diferentes proyectos de la larga trayectoria de Fina Miralles, entre ellas la imagen ‘Dona-abre’ (mujer-árbol) –fruto de una acción en la que la artista enterró la mitad de su cuerpo en un campo de cultivo evidenciando que el ser humano es también un ser de materia natural–. La mayor parte de la obra, cedida por el Museu d'Art de Sabadell. Por otra parte, se puede ver el trabajo que Rita Ponce de León ha llevado a cabo durante su corta pero productiva estancia en Cerezales del Condado, donde lleva unos 20 días en los que ha combinado «un estar calmo con la practicidad», lo que ha contribuido a la «sencillez» de las obras resultantes, una característica que también «observé en el trabajo de Fina». Toda la obra de la artista peruana, a excepción de un montaje audiovisual, ha sido realizado durante estos días conviviendo con el contexto que «ha influido un montón» porque está «inmediatamente abierto a transformar a las personas que pasan aquí su tiempo». «Todo lo he hecho aquí con materiales muy muy sencillos, prácticamente descartables, intentando que sean gestos de presencia», explica Ponce de León, que ha podido disfrutar durante estos días del silencio y la calma de Cerezales pero también ha convivido con los vecinos de la zona, con los que ha participado en un taller que forma parte de la exposición a través de dos montajes audiovisuales. «Es un espacio silencioso, se puede ver lejos, uno está en contacto con animales, las personas no son tantas y la escala de vínculos es menor y más cercana...», todo esto ha contribuido a la creación de su parte de la exposición.

Este domingo, Rita Ponce de León ofrecerá junto al comisario Juan Canela y a la doctora en Historia del Arte María Creus –editora del archivo textual Fina Miralles– la visita guiada de inauguración de la exposición ‘Aquí eran los ojos los que hablaban’, un nombre que surge de un cuaderno de anotaciones de la artista catalana durante uno de sus viajes por Latinoamérica.

Un lugar "extraordinario"

En este diálogo entre ambas artistas toma un papel fundamental la Fundación y su contexto –las formas de los chopos, nogales y robles que rodean al edificio se reflejan en el muro de la sala de exposiciones y hacen que su presencia se cuele en el interior– un lugar que Juan Canela califica de «extraordinario» del que destaca «su situación tan particular que le hace un elemento extraño pero a la vez súper valioso dentro del contexto artístico» por la forma en la que «han ido desarrollando su programa y el cuidado que han tenido para entender el lugar en el que están situados y cómo relacionarse con los contextos próximos, con los vecinos, con las poblaciones cercanas»... Lo que da la posibilidad, celebra, «de trabajar de una forma totalmente distinta a la que estamos acostumbrados en las ciudades».

En ‘Aquí eran los ojos los que hablaban’, las instalaciones compuestas por plantas vivas que habrá que atender durante los próximos meses conviven con fotografías, obra plástica, montajes audiovisuales y están envueltas por los reflejos del exterior de la Fundación para dar lugar a un diálogo entre las artistas y con la naturaleza.
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