Continúan las excavaciones en la judería de Puente Castro: “Aquí hay para generaciones”

Unos cuarenta miembros de la comunidad universitaria trabajan este verano sobre el yacimiento arqueológico, del que se espera publicar un informe al finalizar la campaña estival

17/07/2025
 Actualizado a 17/07/2025
https://youtu.be/EZ9uxytwyYo

Allí donde el barrio de Puente Castro se alza sobre la ciudad y la Catedral se yergue magnánima ante los ojos de quien admira el paisaje. Allí es donde picos, escobas y palas dan rienda suelta al empeño por descubrir, por probar las teorías que subyacen de uno de los yacimientos medievales más destacados del norte peninsular para el conocimiento de la minoría hebrea.

La concejala de Acción y Promoción Cultural, Elena Aguado, no quiso perder la oportunidad de visitar el espacio. "Creo que este año ya vamos a poder dar un resultado del tipo de estación que era esta; por qué aquí y si es que les persiguieron -porque hay unos elementos de defensa que tal parece en facies superiores- o es que fue un asentamiento en el que había comercio con la parte de abajo", comentó observando unos trabajos que describió "muy avanzados". "Todo eso lo vamos a ir sabiendo porque parece que hay indicios de todo ello", siguió: "Lo que pasa es que la interpretación necesita todos esos datos".

En la excavación del yacimiento trabajan unos cuarenta miembros de la comunidad universitaria que, guiados por los docentes Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, pasan su tiempo entre el laboratorio y este Castro de los Judíos. Todo gracias al convenio firmado en 2020 con el Ayuntamiento de León -ampliado a otros cuatro años más- que les permite cada verano desarrollar una lectura histórica que, ante ojos inexpertos, no sería más que tierra removida.

La tarea, inciada un año después de la citada firma, tenía varios objetivos fundamentales. Uno de ellos era, en palabras de Martínez Peñín, era el de "conocer el momento en que se produce el inicio del asentamiento de la comunidad hebrea en este espacio" a las afueras de la capital provincial. "Fruto de esas primeras intervenciones, nos dimos cuenta de que, además de todo eso, era sumamente interesante ver cómo se había producido la desocupación de este espacio porque las crónicas hebreas indican que se produce como fruto del conflicto entre Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de Leóon", relató la doctora en Historia por la Universidad de León: "Lo que queríamos saber es si efectivamente eso lo podíamos ver desde el punto de vista arqueológico".

Nada más cerca de la realidad, pues el asentamiento ha sido durante siglos lugar de cobijo "una cantidad importante de artefactos de carácter bélico", según expresó la profesora. "Las excavaciones de la campaña de 2024 apuntaban a que, además de todo eso, había algo que iba un poco más allá de ese asedio de finales del siglo XII y ahora es en lo que estamos; en ver exactamente qué es lo que pasa a finales del siglo XII cuando esto se desocupa", apuntó remontándose a varios siglos atrás para dar cuenta de la relevancia del yacimiento. También, de su vasta amplitud: "Aquí hay para generaciones".

Por ello, un año más estudiantes de Historia e Historia del Arte de la ULE se visten de arqueólogos en aras de conocer algo más de lo que pudo ser aquel enclave. Algunos de ellos, a modo de prácticas extracurriculares; otros, como parte fundamental de sus tesis doctorales, que parten siempre de la "recopilación documental y bibliográfica acerca de lo que ya se ha estudiado del lugar y su reflejo en las crónicas medievales".

De esa forma lo explicó Claudia Robles, asidua en la aljama desde hace ya varios años. "A partir de ahí, tratamos de determinar si, una vez fue abandonado, tuvo una ocupación posterior o si se llegó, quizá, a tratar de cristianizar o sacralizar de algún modo en función de los restos arqueológicos que hemos ido encontrando", indicó: "Han aparecido restos de cerdo; lo cual es incompatible con un asentamiento judío porque sus normas religiosas son muy intransigentes y no les permiten consumirlo".

No son los únicos hallazgos. "También, por ejemplo, restos de vieiras, que están muy asociadas al Camino de Santiago que pasaba por aquí abajo", añadió: "Eso nos da la impresión de que hubo una presencia cristiana una vez habían abandonado el lugar los judíos y es lo que estamos tratando de identificar". 

Así, con vistas a presentar un informe de manera inminente, profesores y pupilos continúan con la tarea. Picos, escobas y palas siguen funcionando para, poco a poco, verano a verano, conseguir interpretar la tierra; para desentrañarla como a sus descubrimientos y así entender los vestigios sobre los que ha ido creciendo nuestra sociedad.

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