Al fin Rodrigo Martínez ha escuchado la voz de la lógica de nuestros pueblos, que él tan bien conoce. «Ya hace tiempo que muchos amigos me decían que cómo no hago algo en navidad, que es cuando de seguro viene la gente de fuera, la que esta lejos y no tiene otra oportunidad de escuchar un poco de estas músicas nuestras en directo». Y, explica Rodri, no es que de negara a hacerles caso. «Son fechas a las que llega uno siempre cansado, y le apetece no hacer nada, que también es un trabajo. Sin embargo este año me ha parecido conveniente invertir la tendencia, y se me ha ocurrido preparar un conciertín ciertamente especial», que ofrecerá esta tarde/noche pues ofrece dos pases (a las 19 y a las 20.30 horas) dado el aforo limitado del recinto elegido, el Ateneo Varillas.
Y, precisamente, ese aforo reducido es una las causas de haberse animado a hacer algo en Navidad. «Me apetece tocar y cantar en petit comité, en formato solista, sin mucha parafernalia, un bouzouki y una voz, no mucho mas, como sucede últimamente en mis íntimas divagaciones musicales», explica el músico que anima a los interesados a retirar la invitación en en su página web para «tener controlado el aforo» al Ateneo Varillas.