"Con el sí que dio la niña en el portal de la iglesia entró libre y salió presa"

Celadilla del Páramo vivió este sábado una singular recreación de su tradicional, y perdida durante mucho tiempo, boda antrueja. El hijo del pueblo Gonzalo y su novio llegada de Camerún, Melody, fueron los grandes protagonistas

18/05/2025
 Actualizado a 18/05/2025
El colorido de los ritos y la vigencia de las tradiciones le dan un sabor especial a esta boda antrueja que este sábado celebró Celadilla. | JESÚS GG
El colorido de los ritos y la vigencia de las tradiciones le dan un sabor especial a esta boda antrueja que este sábado celebró Celadilla. | JESÚS GG

L a música —dulzaina y tamboril primero y la Orquestina de León en el baile de  tarde—suena antigua;los vestidos de la gente son tradicionales;un novio va a buscar a la novia a su casa en un carro enramado y tirado por un burro con Lupi a los mandos;el cura mata la sed como puede echando un trago de vino; como música de fondo se escuchan viejas coplillas acordes a cada uno de los actos que se van desarrollando... algún móvil rompe el viaje al pasado, pero ése ya es el signo de los tiempos. Cuando abandonas la carretera general que bordea Celadilla del Páramo y te adentras en las calles vacías de coches pues han sido cortadas  es inevitable la sensación de haber entrado en el túnel del tiempo, al menos un siglo, para desembocar en una tradicional boda antrueja

Ya se ha celebrado un par de años antes pero algo huele a diferente, siempre van sumando nuevas ideas en este activo rincón en el que han hecho de esta boda, su cuentoral, sus jornadas culturales, su revista El Badil de incierta periodicidad y su espíritu festivo una seña de identidad... aunque estas luces lleguen después de horas de larga preparación;y si no que se lo pregunten a la repostera Nélida, que lleva días preparando dulces y la rosca para la carrera;o a Gari y Poli, el enredabailes y el presidente de la Junta Vecinal. Y tantos otros, vestidos con sus trajes tradicionales que para el día que amaneció ayer daban un poco de calor. Aunque siempre hay solución, la ofrecía el cura de la boda, Aureliano Alegre —obispo primado del Páramo según él—,que echa mano del botijo y pide agua fresca que, curiosamente, tiene el color del vino:«Estos tragos para el que los pasa», dice con cara de pícaro este singular oficiante de la boda, que canta a nada que se lo pidas y bendice urbi et orbi.   

Cerca de la iglesia, donde también está el photocall rural que dice Boda Antrueja de Celadilla y ante el que todos posan hay un cartel que pone al visitante en la pista de la singularidad de la boda. Un poste sujeta tres tablillas que anuncian destinos singulares:

- Carrola Lloba:300 metros.
-Velilla de la Reina:Aquí al lado.
- Kumbo (Camerún):5899 kilómetros. 

Y es que desde Camerún ha llegado precisamente la novia Antrueja, Melody, y aquí conoció a Gonzalo. «Ella vino a hacer el máster de su carrera, Filología, y conoció a Gonzalo, que cursó una rama de Ingeniería... y las cosas estas de los noviazgos son parecidas en todas partes»;explica el padre del novio, ataviado para la ocasión, cómo no.

Al señor cura parece que se le secó el gañote de tanto predicar en la boda. | JESÚS GG
Al señor cura parece que se le secó el gañote de tanto predicar en la boda. | JESÚS GG

- ¿Ydonde irán a vivir?
- ¿Irán?Ya están, que la boda será tradicional pero ellos son gente muy de nuestro tiempo. 

Y vecinos de la comarca serán.

Como en toda boda que se precie no podía faltar algún contratiempo, más bien anécdota. La sufrió el bueno de Lupi Prieto, el encargado de los burros y el banquete. «Tenía preparados cinco burros, para que no faltara de nada, pero dos burras se pusieron de parto y ya se sabe que donde van las burras... van los burros. Menos mal que me quedó este para poder llevar al novio».

Allí se subió el novio en su carroza, se fueron a buscar a la novia, camino de la iglesia, el obispo mitrado del Páramo... y no podían faltar las coplas, para cada acto las suyas. Las tradicionales, algunas como es inevitable notan el paso del tiempo pero, explican en el corro, son las que van pasando de generación en generación, testigos de los tiempos:

- Con el sí que dio la niña
en el portal de la iglesia;
con el sí que dio la niña, 
entró libre y salió presa.

Cantan los coros de la comarca, una tierra que recuerda a mujeres como Amparo y aún disfrutan, aunque ya mayor, de Celerina, dos leyendas, que ayudaron mucho a no perder estas tradiciones y coplas:
Abran las puertas señores, 
las de adentro y las de afuera;
que ya traemos casada
a la que fue a misa soltera. 
Abran las puertas señores, 
abranlas de par en par.
Recojan esta paloma,
dentro de su palomar. 

Una comida popular en la plaza de Celadilla selló la boda antrueja de Gonzalo y Melody. | F.F.
Una comida popular en la plaza de Celadilla selló la boda antrueja de Gonzalo y Melody. | F.F.

No faltaron para padrinos y madrinas. Melody miraba con cara de disfrutar de ritos que no le parecían ajenos y Gonzalo le iba explicando. Llegó después la tregua para comer, en la plaza, a la antigua usanza, y la tarde no dio descanso:primero la carrera de la rosa que Nélida tanto trabajó y después un baile que llevó a los asistentes a los tiempos de la boda, que para eso a la Orquestina de León le sobra oficio. También ellos se visten de época, tocan canciones de aquellos años, bailan las gentes... 

- ¿Baila señorita? 
- Bueno. Igual de aquí nace la pareja antrueja para el 2026.  

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