CARTELERA EN LEÓN | 'El faro'. Un guión que no está a la altura de la puesta en escena

La nueva película de Robert Eggers acierta en la elección de la iluminación en blanco y negro y el formato de cuatro tercios

Joaquín Revuelta
11/01/2020
 Actualizado a 11/01/2020
cine-5.jpg
cine-5.jpg
Qué lástima que el guión que firman el director Robert Eggers y su hermano Mark no estuviera algo más trabajado y que hubiera hecho de ‘El faro’ una propuesta mucho más interesante de lo que termina resultando este ejercicio de estilo que bebe en fuentes literarias y cinematográficas fácilmente reconocibles que van de Melville a Huston, de Poe a Kubrick, por citar solo algunos autores a los que el director de ‘La bruja’ hace referencia en un relato tan ambiguo como claustrofóbico, que resulta un tanto aleatorio a la hora de justificar el viaje a la locura que emprenden sus dos únicos protagonistas, un Willem Dafoe perfecto en su caracterización de contradictorio viejo lobo de mar con pata de palo venido a menos y un esforzado Robert Pattinson como su taciturno ayudante que arrastra un sentimiento de culpa que termina aflorando en un islote que en cierto modo hace las veces del hotel Overlook de ‘El resplandor’, película que en gran medida ejerce de faro a una propuesta también guiada por ese análisis de la condición humana que el director de ‘Moby Dick’ llevó a cabo en la que es su obra maestra, ‘El tesoro de Sierra Madre’. Poco o nada que objetar a la elección de la película de 35 mm, del blanco y negro y el formato de cuatro tercios que le dan un aire especial a la cinta, ni tampoco a la utilización de unos efectos sonoros que me recordaron a los empleados por Christopher Nolan en ‘Dunkerque’.
Archivado en
Lo más leído