Carlota y su caballo no son dos sino uno

Campeona del mundo de doma en libertad, ha pasado un intenso verano de trabajo para preparar novedades en sus espectáculo y en la competición

01/09/2024
 Actualizado a 01/09/2024
Carlota Mirantes es especialista en doma en libertad, una modalidad en la que tanto ella como sus caballos realmente disfrutan. | F. FERNÁNDEZ
Carlota Mirantes es especialista en doma en libertad, una modalidad en la que tanto ella como sus caballos realmente disfrutan. | F. FERNÁNDEZ

Carlota, desde la ingenuidad de su juventud y su cara de niña, dispara frases contundentes que no dejan de sorprenderte pero en las que ves toda la verdad de quien vive emocionada la pasión por el caballo, por los caballos: «cuando estoy mirando cosas en el móvil no me da por la moda o por otras cosas, siempre estoy mirando publicaciones que tienen que ver con los caballos»; «Siempre estoy pensando en cosas nuevas, en números nuevos, en cómo darle forma para que llegue al corazón de cada persona que nos ve» o la más sorprendente: «Cuando tenemos problemas los hablamos; bueno, la mayoría de las veces me hablan ellos a mí, yo les escucho; creo que el 99% de las veces es así». El repertorio de frases podría seguir en esta casi jovencísima amazona leonesa que siempre se recuerda entre caballos. «Hay cosas que me las cuentan pues yo ni tenía uso de razón. Mi madre me ha contado que siendo un bebé ya me compraron una silla doble para que montáramos mi padre y yo; pero yo le empujaba para que me dejara sola, para llevar yo las riendas». De ahí que no dude en asegurar que «mi caballo y yo somos dos, pero realmente somos uno pues nos une un vínculo especial. Es algo muy difícil de explicar pero yo lo siento, lo tengo muy claro».

Cuando habla de «mi caballo» se refiere a los dos con los que viene trabajando para sus espectáculos y sus competiciones, un alazán y un tordo, Zeus y Napoleón, aunque ya tiene un tercero preparado para incorporarlo a sus entrenamientos. «Quiero ampliar el medio de transporte que tenemos para poder llevar otro caballo más y el pequeño de la familia, que es un pony ‘Welsh’ que estamos domando para hacer un espectáculo mucho más completo».

Un trabajo que le pide mucha dedicación pues Carlota es realmente exigente con ella y con su media naranja, los caballos: «Actualmente entrenó en una hípica en León donde me ayudan a seguir mejorando y a seguir aprendiendo Doma Clásica, ya que sus gerentes compiten y son un referente en esta disciplina, pero mi ilusión es seguir aprendiendo todo sobre Doma en Libertad y poder compaginarlo. Al final el espectáculo es algo más distendido que la competición pero hay que mantener un nivel para seguir avanzando y prosperando, ‘no todo vale’, hay que darle al público show, para que se diviertan, pero con calidad; eso es irrenunciable».

Y para ello, Carlota le roba tiempo de donde puede a su día a día, para estar cerca de Zeus y Napoleón, para verlos, hablar con ellos. «Aprovecho  el tiempo restante de la universidad o de otras actividades para organizarme y poder ir a montar o a verles, o simplemente a moverlos para que no se les olvide nada de lo que saben hacer. Siempre estoy pensando en cosas nuevas, en números nuevos, en cómo darle forma para que llegue al corazón de cada persona que nos ve».

Y así ya ha obtenido grandes reconocimientos, ha sido campeona un año y subcampeona otra en el Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Español (SICAB), un verdadero campeonato del Mundo, lo que la obliga a mantener el nivel. «Tengo los mejores profesores del mundo en cada disciplina y quiero estar a la altura en cada cosa que hago y que muestro. Así veo mi futuro, compaginado mis estudios o, en un futuro, mi trabajo con mi pasión, que son los caballos, y de alguna manera poder dedicarme también de forma profesional a esto que me apasiona».

- ¿Cuál sería el sueño de tu vida?

- Pues lo tengo muy claro; recorrer el mundo con mis caballos, estar un día aquí y al siguiente en otro lugar, mostrando nuestro trabajo, nuestra conjunción, ese vínculo tan especial que existe entre nosotros. 

- ¿Cómo definirías a tus caballos?

- Son como mis pies, sin ellos no sería nada; y como compañeros que tienen un corazón enorme pero también muy buena cabeza para sacar adelante los números. 

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