Carlos Pérez: "Me considero más un pintor que un fotógrafo"

El artista expone hasta el próximo 12 de noviembre en la galería Espacio _ E la muestra ‘Ya no queda nadie’, que reflexiona sobre el paso del tiempo y la despoblación del medio rural

Vicente García
01/11/2023
 Actualizado a 01/11/2023
El artista Carlos Pérez estuvo muy bien arropado por amigos en la inaguración en Espacio_ E de la muestra ‘Ya no queda nadie’. | VICENTE GARCÍA
El artista Carlos Pérez estuvo muy bien arropado por amigos en la inaguración en Espacio_ E de la muestra ‘Ya no queda nadie’. | VICENTE GARCÍA

Para Carlos Pérez «esta exposición es la continuación o una especie de segunda parte de aquella que se hizo en el Museo de León. Allí hablábamos de la soledad y el aislamiento de las personas en las grandes urbes y ésta habla de otro tipo de soledad, más del espacio que queda sólo y vacío como consecuencia de que la gente se vaya».

En la sala de la galería Espacio _ E se pueden ver numerosas fotografías en las que se muestran habitaciones e interiores con estética muy antigua, deterioradas y semidestruidas por el paso del tiempo y el abandono.  

La idea del autor de ‘Ya no queda nadie’ es dar la sensación de ese abandono en el que han quedado los pueblos y en general el medio rural leonés a causa de la marcha de las personas que en ellos vivían, hacia la ciudad y comenta este hecho así: «Mediante cosas inanimadas trato de expresar que ahí hubo vida, por ejemplo, una cortina dibujada, un armario, un búcaro con flores dibujado, los mismos desconchones de la pared». Es la técnica de presentar fotografías intervenidas mediante diferentes métodos, el dibujo, la pintura sobre la fotografía, los juegos de espejos... Incluso cuelgan del techo una serie de láminas a modo de copias de contacto de los negativos.

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El artista Carlos Pérez expone la muestra ‘Ya no queda nadie’ en Espacio _E, una reflexión sobre el paso del tiempo y la despoblación. | VICENTE GARCÍA

Sin embargo, Carlos Pérez no considera que realmente presente fotografías como tales, sino cuadros que señalan un hecho como es el de la despoblación. No se considera un fotógrafo y lo dice así: «Utilizo más la fotografía como una herramienta, porque no me considero un fotógrafo técnicamente preparado para ello, es más, ni pretendo serlo, estoy más cerca de la pintura y utilizo la fotografía como soporte para pintar encima o, a veces, para jugar con tres dimensiones creando una obra».

Utiliza en ocasiones fotografías seriadas con un motivo, como puede ser una paloma entre las ruinas y ello con una intención que él mismo reconoce así: «La serie de la paloma trata de mostrar el rastro que han dejado las personas que han pasado por ese lugar». Ese rastro es la única sensación de vida en esas fotografías, en las que va combinando el blanco y negro con el color en un juego que da más o menos luminosidad a unas y otras fotografías.

En otros cuadros se vislumbran personas de un modo fugaz y etéreo, que apenas tiene consistencia y para él es también ese rastro que han dejado quienes han abandonado la casa  para buscar otra vida diferente, que puede que no sea mejor que la que llevaban en este lugar. Eso lo cuenta del modo siguiente: «Hay personas que se ven de forma borrosa, como desapareciendo y dejando ese rastro, tras haberse ido, a veces mirando por la ventana hacia esa gran urbe que se supone van a ir por falta de posibilidades en el pueblo».

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El retrato y la foto de bodas. | VICENTE GARCÍA

Entre las fotografías que presenta se pueden ver los recuerdos de los juegos en las casas, las fotos que no son tales, sino el vacío del hueco donde hubo un rostro, como la pieza que lleva como título ‘El retrato’, donde solamente se puede ver el espacio vacío donde cuando la casa tenía vida hubo una fotografía, un rostro de alguien que se ha ido a otro lugar y por ello en estos momentos el pueblo está desapareciendo. También hay fotos de boda que no se han llevado como dice Carlos: «Lo que queda es una foto que para ellos fue muy importante, porque es una foto de boda». Y sobre las fotos dibuja objetos, como flores o sofás, para indicar que allí hubo cosas, personas, gestos, vida y es la vida lo que se ha ido del lugar.

‘Ya no queda nadie’ es una exposición que trata de mostrar la desesperanza en la que se encuentran esos lugares que han sido abandonados por sus habitantes y ahora están medio en ruinas, conformando lo que se ha dado en llamar la España vaciada.

Una exposición que inicialmente permanecerá  abierta al público en la galería Espacio _ E de Trobajo del Camino hasta el próximo 12 de noviembre.

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