
"Llevaba varios años queriendo hacer realidad mi sueño de tocar en lugares llenos de magia, donde la arquitectura se una a la música. Pienso que tiene un gran poder sobre el sonido y estos dos lugares tienen una acústica, tiene un espacio que interactúa con la música como un instrumento más", apunta Carlos.
Todas las actuaciones de la gira se efectuarán a las 21:00 horas "porque es una hora mágica en la empieza la puesta del sol y aparecen alineaciones insospechadas en las iglesias antiguas, los dólmenes, etc. La sensibilidad se encuentra a flor de piel, va cambiando el decorado y los colores. Es un momento propicio para la música, como iniciar un viaje en el tiempo". Estos conciertos se convierten en auténticas fiestas, ya que el público entero termina por subirse al escenario a bailar con el gaitero.
Sus funciones hacen un recorrido a través de diferentes culturas, ya que sonarán desde músicas medievales y célticas hasta melodías que ha ido descubriendo con instrumentos de hace 800 años, extraídos de catedrales y pórticos del Camino de Santiago.
Habla de su amor por las tierras y música leonesas, de que "la ciudad es un rico cofre repleto de joyas en cuanto a instrumentos y modos". "Estoy casi seguro de que la música ibérica más antigua está en León y Zamora porque son cruce de caminos, como la síntesis de todas las culturas ibéricas. Aunque los que se hayan beneficiado de ese sello de música celta sean Galicia y Asturias", sentencia.
La música celta predomina en la diagonal desde los Pirineos hasta la zona de Extremadura, que ha estado dominada por músicas más antiguas de instrumentos llamados gaitas: gaita con el fuelle, gaita de fol, flautas de tres agujeros o dulzainas, que ya existían en la Edad Media. Estas afinaciones antiguas en países nórdicos han recibido la categoría de Patrimonio de la Humanidad. "En León existe esta música y la debemos preservar por suvalor especial. No se debería desconectar del mundo tradicional, si amas por encima de todo tu instrumento y te implicas con todo, puedes vivir de ello", dice con firmeza.
Como la comida y los vinos, la música celta es un tesoro que hay que exportarY esta es la meta que se ha propuesto el gaitero con la gira ‘Lugares mágicos’. "Es muy importante cambiar el chip y valorizar el mundo tradicional para que llegue a la gente. Es un tesoro que tiene León y, como la gastronomía y los vinos, hay que aprender a exportar".
En diciembre volverá al Auditorio, y, a finales de septiembre, saldrá a la luz un trabajo creativo en el que lleva sumergido tres años. Se trata de un libro de 600 páginas, ‘La hermandad de los celtas’, fruto de la investigación junto con muchos arqueólogos,musicólogos, linguistas e historiadores. Con él quiere transmitir la filosofía que la música celta trae detrás. "La gente tiene una visión de la música celta muy de los años 90, que es cuando se puso de moda. Mientras que la música celta requiere una profundidad, viene de mucho más atrás y se ha ido adaptando a las diversas modas para sobrevivir, lo que la hace realmente atractiva". El libro incluirá, además, claves prácticas para dar salida a las tradiciones musicales y culturales de cara al futuro.