Los territorios de Sajambre y Valdeón forman la amplia porción del Parque Nacional de los Picos de Europa en nuestra provincia y ofrecen un sinfín de recorridos que permitirán descubrir sus valles y bosques, coronados por las montañas más impresionantes y cautivadoras que se pueden encontrar.
En este territorio nos encontramos con desniveles vertiginosos, desde los escasos 480 metros de altitud del encantador pueblo de Caín se puede pasar, en escasa distancia, a la mayor altitud de los Picos de Europa, la que ofrece el Torrecerredo, en su macizo central, con sus imponentes 2650 metros, al que casi iguala en altura el cercano Llambrión, mientras son contemplados por Torresanta, que reina majestuosa en el macizo occidental o del Cornión, con sus 2596 metros, emergiendo entre Sajambre y Valdeón, entre los valles del Cares y el del Sella.
Por ello no es difícil suponer que muchos de los recorridos, a través de los diversos itinerarios que se pueden plantear, están condicionados por tener que superar unos desniveles considerables, pero también existen otros en los que no es necesaria una gran exigencia física para poder conocer también lugares de una belleza extraordinaria, disfrutando así de senderos que son también muy interesantes, entre los que se encuentra la ruta que se propone hoy, denominada Camino Viejo de Valdeón, o PR-PNPE 11, que es su término técnico.
Un recorrido lineal, con comienzo en el puerto de Panderrueda, a 1450 metros, y finalizando en Posada de Valdeón, a 927, lo que indica que la ruta transcurre prácticamente en continuo descenso, perdiendo esos 523 metros a lo largo de un recorrido de 13 kilómetros, a través de una senda ancha y señalizada, que transcurre entre bosques y que cruza ríos, arroyos y riegas, y que permite el rodar de las sillas adaptadas todoterreno para que sea disfrutado también por personas con movilidad reducida con la excepción de que el estado de la nieve no ofrezca la necesaria solidez para que pueda ser conducida.
La barra direccional, aún con nieve, se muestra como una herramienta de movilidad imprescindible para que la actividad pueda ser realizada con seguridad por personas con discapacidad visual.
Es un recorrido agradable de hacer en cualquiera de las cuatro estaciones. La nieve del invierno se mantiene en ella mucho tiempo, ya que está orientada básicamente al norte y cobijada entre el bosque, lo que posibilita que se pueda realizar con esquís de montaña o con raquetas de nieve. En primavera, el brotar de las hojas del bosque le confieren un tono de verde luminoso, casi fluorescente, lo que, sumado al estrépito de los arroyos y riegas, cargados por el agua del deshielo, nos sumergen, casi sin querer, en esa brutal eclosión del nuevo ciclo natural.
La ruta en verano es un cómodo paseo, que transcurre en su mayor parte a la sombra de la foresta, y en otoño se convierte en un espectacular laboratorio de colores, para deleite de los fotógrafos que tienen en la naturaleza a su más importante modelo. Por tanto, un placer para el caminante se haga en la época que se haga.
Desarrollo de la ruta
El punto de partida lo constituye el aparcamiento del área del alto del puerto de Panderrueda, cruzando la carretera ya se ven las indicaciones del sendero y donde también hay una fuente a la vista, por si es necesario hacer acopio de agua antes de iniciar el recorrido.
De inmediato la senda se introduce en el hayedo y comienza progresivamente en descenso.
El caminar llevará a cruzar regueros que bajan con velocidad por las pronunciadas pendientes (riegas) y que van a la derecha, la primera La Brañueca, para llegar a saludar, en el siguiente cauce que se encuentra, al aún joven río Cares, que nace cerca de allí y que se cruza sobre un puente.
Continúa la senda ignorando un cruce a la izquierda, para seguir en la misma cota de altura. El camino hace un pronunciado giro a la izquierda y va a encontrarse con el arroyo del Cable, de donde sale a la derecha un camino con otros interesantes objetivos que no serán los que se persiguen en esta ocasión, por lo que se mantiene la senda atendiendo a las señales que indican su recorrido correcto.
Otra fuerte vuelta a la derecha va un pequeño tramo caminando en llano hasta acercarse a la riega Los Medianos, en el monte de La Coya, encima casi de la localidad de Caldevilla de Valdeón que quedaría a la izquierda, al igual que la carretera que lleva a Posada.
No lejos se cruza otra riega, la de Anzo, allí otro camino sale a la izquierda, que se tomaría solo en caso de que, por cualquier motivo, se quiera finalizar la ruta, de forma anticipada, en Caldevilla, en caso contrario se debe seguir andando por el sendero marcado, que mantiene en ese tramo y durante un rato, la cota de 1200 metros.
El sendero se encontrará con tres arroyos más, y ya cerca de Posada, dará la opción, a través de una estrecha senda ascendente que sale a la derecha, de subir al cercano mirador de La Cruz, que permitirá disfrutar de unas bonitas vistas del Valle y de los picos que lo rodean, para luego bajar de nuevo al camino por donde se ha venido y que continuará, tras recuperar la señalización correcta, hasta Posada de Valdeón, donde finaliza la ruta. Este desvío para llegar al mirador, aunque recomendable, es absolutamente opcional.
Al ser una ruta lineal hay que contar con otro vehículo que suba de nuevo al aparcamiento de Panderrueda, a recuperar el que se ha dejado estacionado, de ser ese el caso.
Si se viene en un grupo con más de un vehículo, siempre se puede dejar uno de ellos en el punto de fin de ruta para utilizarlo como lanzadera, o bien recurrir al servicio de taxis, con el que se puede contactar en cualquier establecimiento de hostelería de la localidad de Posada.
