Hace 10 años que Nuria Antón comenzó su proceso en tierras maragatas por medio de las ilustraciones en poemarios de amigos, para más tarde descubrir su vena poética dedicándose de lleno a la escritura hasta publicar unos cuantos libros de poemas con títulos tan llamativos como ‘Versos encendidos’ (Lapizcero Ediciones), ‘La gota de lluvia’ (Ed. Chiado), ‘Orígenes’ (Lapizcero Ed), ‘Contra todos los vientos’ (Piediciones), ‘Cárcel’ (Eolas Ed.), ‘Gente corriente y otras especies’ junto con Luis Ángel Vidal, ‘Versos al aire’ (poesía y música), ‘Recortes’ (catálogo de la exposición de obras en hierro acompañado de poemas de la autora), ‘Cuantos paraísos caben en un Edén’ (autoedición limitada de 100 ejemplares).
Ha colaborado además en múltiples exposiciones aportando sus ilustraciones y en numerosos actos de la vida cultural leonesa con sus recitados y dibujos.
Este mes de enero Nuria Antón ha presentado una nueva actividad a la que se ha dedicado desde el año 2019, la escultura, y en la sala Vela Zanetti de León se pueden ver sus 17 piezas en tres dimensiones realizadas en piedra caliza de la Somoza, piedra de Boñar o mármol negro de diferentes tipos.

Nuria Antón vive en la Somoza y allí tiene su taller, un taller no tan sencillo con el de Castorina a quien admira y de quien dice: «la conocía y me parecía maravillosa». Esta exposición hace también un guiño a su figura.
Acerca de su nueva dedicación por la escultura nos cuenta: «Empecé trabajando en el jardín de la escuela de Santa Catalina de Somoza y ahora estoy en un pajar que hemos adecuado para taller».
Trabaja con cincel y maza, pero también con radial, porque hay que aprovechar las máquinas que hacen el trabajo más cómodo u más rápido, aunque a veces se pierde mucho tiempo con la lija corrigiendo algunos defectos.

Los títulos de las obras en la exposición tienen mucho que ver con ese mundo poético del que viene: ‘Silencio’, ‘El sueño’, ‘Kaia’, ‘Despertar...’ son ejemplos de que sigue buscando la poesía a través de la piedra y su modo de trabajar tiene una cierta similitud con el de Castorina, quien dejaba a la piedra que se manifestase y solamente tenía que seguir el camino que le mostraba y Nuria acerca de ello comenta: «yo no desarrollo un proyecto, es el proyecto el que me desarrolla a mí y he descubierto un material que me ha atrapado tanto como no me han atrapado otras cosas, como el lienzo o la madera, la piedra me ha atrapado de una manera especial».
Son obras que presentan sentimientos o ideas, a veces figuras otras simplemente emociones, que trabaja totalmente, aunque a veces mantienen la esencia de la piedra y solamente actúa sobre una parte, como en la pieza ‘Silencio’, que es una cara que asoma y solamente tiene tallada esa parte de la cara, el resto es la piedra tal cual, con su verdín y sus formas naturales como dice: «es belleza natural de la propia piedra y a mí no me gusta quitarla».
Las piedras que utiliza a veces son compradas, como las de Boñar, otras aprovechadas de esculturas como la maternidad de Castorina en Astorga, pero la mayor parte proceden de su entorno como ella explica: «Salgo a pasear con el perro y de repente en una finca recién arada, en la roturación salen piedras muy buenas para trabajar y me las llevo».
La exposición ‘Interiores’ seguirá hasta el 2 de febrero y su autora quiere sencillamente que los leoneses conozcan su obra como dice: «Nunca tengo pretensiones con las exposiciones, sencillamente que la gente la vea y le guste».