El viernes inauguró en el Centro Leonés de Arte del ILC una exposición de fotografía —Rockers, un estrépito, un rugir— ese singular personaje que es Olaf Pla Gracia, que estuvo arropado por numerosos leoneses que querían compartir un rato de conversación con este profesor, líder de la banda de rock Olaf y Los Bidones, ex jugador y siempre apasionado de esa forma de vida que es el rugby, además de fotógrafo, claro, afincado en Barcelona hace 50 años.
Pero, curiosamente, la estrella de la cita fue... Belita Gracia, madre del fotógrafo, fotógrafa ella misma, ex motera, memoria viva de León y sus gentes, mujer de tremenda vitalidad y más que centenaria, pues ya camina hacia los 102 años con una envidiable lucidez.

La mayoría de los que iban llegando a la inauguración le hacían la misma pregunta al autor, Olaf Pla, que les recibía a la puerta: «¿Vino Belita?».
- Ahí está. Vete a verla.
- Vale, luego te saludo a tí.
Y Olaf, que lleva a su madre a todas partes e, incluso, hasta hace poco de ‘paquete’ en la moto, feliz con el ninguneo a favor de la figura de su madre, la tercera generación de los fotógrafos Gracia, pues Belita es nieta de Germán Gracia, hija de Pepe, madre de Olaf y pionera de la mujer en la fotografía. Aunque estaba algo cansada del largo viaje desde Barcelona iba recibiendo a todo el mundo, conversando, recordando, también se acercó alguna de aquellas amigas de León de toda la vida.
- ¿Te acuerdas cuando éramos jóvenes y parecía que el tiempo pasaba muy despacio?; le decía una de ellas.
- No lo pienses y vive lo que te toque.
Parece Belita mujer de sabios consejos. En ello incidió Olaf Pla Gracia: «Estas fotos que veis aquí no son solo mías, son el fruto de cuatro generaciones de la saga Gracia. Pero de todos ellos lo fundamental es un consejo que me dio mi madre, Belita, que jamás he olvidado y lo tengo presente en cada foto. Me dijo: en fotografía la luz es todo».
Yen la inauguración de Olaf... la luz era Belita.