Una beca Ralbar que recupera la memoria de Canseco

Melani Blanco Pontón ha llevado a cabo un proyecto para el que ha elaborado una serie de entrevistas a las personas mayores del pueblo

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02/09/2025
 Actualizado a 02/09/2025
Carmen García (izda), vicepresidenta de la asociación cultural Pico Huevo y tutora del proyecto, posa con Melani Blanco (dcha). | L.N.C.
Carmen García (izda), vicepresidenta de la asociación cultural Pico Huevo y tutora del proyecto, posa con Melani Blanco (dcha). | L.N.C.

Melani Blanco Pontón, que concluyó en junio sus estudios de Educación Social en la Universidad de León (ULE), se ha ocupado este verano de un bonito proyecto denominado ‘Háblame de Canseco: la vida de un pueblo a través de sus protagonistas’, que ha sido posible gracias a una de las becas Ralbar que impulsan la institución académica y la Fundación Banco de Sabadell.

En palabras Blanco Pontón, "ha sido una experiencia profundamente enriquecedora". El objetivo principal era recuperar la memoria oral del pueblo de Canseco, fomentando la conexión entre generaciones a través de entrevistas realizadas a personas mayores. "También buscamos, -explica-, reforzar los lazos comunitarios y dar protagonismo a quienes guardan en su voz la historia y las tradiciones del lugar, tratando de no perder la información valiosa que guardan en su memoria".

Durante este verano, ha podido recopilar recuerdos, canciones, anécdotas y costumbres que forman parte de la identidad del pueblo de Canseco. El resultado ha sido un vídeo con partes de las entrevistas realizadas, además de una exposición de fotos antiguas que está de forma permanente en el casino de Canseco.

Una de las fotografías antiguas expuesta en el casino de Canseco. L.N.C.
Una de las fotografías antiguas expuesta en el casino de Canseco. | CEDIDA


Dinamizar la vida cultural de un pequeño pueblo

"La beca Ralbar me ha permitido hacer realidad un proyecto que, sin este apoyo, hubiera sido muy difícil de poner en marcha", comenta Blanco Pontón: "Ha sido una oportunidad para dinamizar la vida cultural de un pueblo pequeño y, sobre todo, para dar valor a la memoria de sus habitantes".  Además, ha querido destacar especialmente la implicación de los vecinos y vecinas, que le han abierto las puertas de sus casas y le han acogido como una persona más del pueblo, así como la colaboración de la Asociación Cultural Pico Huevo, que ha sido clave en todo el proceso.

Se cumple de esta manera con el propósito del programa de becas, que consiste en fomentar que los jóvenes se impliquen en la búsqueda de opciones para un desarrollo sostenible en los entornos rurales, y que adquieran una conexión emocional con ellos de manera que se perciban como lugares en los que poder desarrollar posibles iniciativas de futuro, en los ámbitos laboral y vital.

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