Antonio Colinas: "Es un premio a mi vida y en ella a mi tierra y mis raíces"

"Se me puede negar cualquier cosa pero no que he trabajado duro y que me he entregado con pasión a la poesía, sobre todo, y a la literatura. He hecho de ellos mi vida", explicaba el escritor bañezano Antonio Colinas no hace muchas semanas en la presentación de su reciente libro de memorias. Y este miércoles, al recibir la feliz noticia de que acababa de ganar el Premio Reina Sofía de Poesía, el máximo galardón de las letras en español, mantenía el mismo discurso para justificarlo:"Creo que han reconocido la fidelidad a la palabra con todas sus consecuencias. La poesía es un río en sentido contrario y es lo que está siendo premiado", explicaba.

Creo que han reconocido la fidelidad a la palabra con todas sus consecuencias. 50 años de entrega Y la realidad de cómo recibió la noticia se convertía en una buena explicación de estar trabajando. "Por la mañana viajé a Valladolid, pues tenía un compromiso con una emisora de allí; después tenía, y  quería, que pasar por León... Y ahora todo se me ha trastocado un poco", explicaba el bañezano, quien a las palabras "feliz y muy agradecido" sumaba otra muy suya, que también ha marcado su vida y su literatura:"En armonía", no en vano es el padre de varios ‘tratados de armonía’.

Explica el poeta que, seguramente, el Jurado ha premiado su dedicación a  la poesía, "pero no solo como poeta, también mis trabajos relacionados con ella, las traducciones de poesía, la crítica literaria, seguramente los ensayos; en definitiva, medio siglo dedicado a la palabra y a la fidelidad de una voz poética". Cree que llega en un momento de plena madurez, cuando acaba de cumplir los 70 años y, como apuntaba, 50 de ellos dedicados "en cuerpo y alma" a la literatura, aunque, explicaba, "con 16 años ya escribí algunos poemas que ahora mismo no vamos a considerar".

Me llega en un momento de madurez, cuando acabo de cumplir 70 años y escribo desde los 20 En ese reconocimiento a su biografía, a su vida, Antonio Colinas quiere resaltar que "en esa vida está, con presencia muy relevante, la memoria, la tierra y las raíces. Me acuerdo de mis gentes bañezanas, de las comarcas, de León. Ahí nació todo, esa semilla que después se fue esparciendo por tantas tierras".

El Jurado, por boca de su portavoz, el también poeta Luis Alberto de Cuenca, incidió en los motivos que les llevaron a elegir al bañezano. "Antonio Colinas es un poeta fantástico y un hombre bueno, un digno heredero de los poetas de los 50 y un ejemplo de la escritura en prosa. El inicio de su poesía estuvo muy marcado por el culturalismo de la época para posteriormente cantar como nadie el paisaje y llegar a una poesía muy intimista, con clara influencia de poetas castellanos como San Juan de la Cruz".

Antonio Colinas, por su parte, no quiso olvidar en este día tan señalado a las dos personas que siempre ha reconocido como sus maestros:Vicente Aleixandre y María Zambrano.

La muerte de mis padres fue el desencadenante del primer poema de un libro. Puro misterio Del primero de ellos recordaba que "a Vicente Aleixandre tuve el privilegio de conocerlo con solo 18 años, cuando coincidimos en Madrid y ya lo tuve siempre cerca hasta casi sus últimos momentos, cuando fui a visitarlo ya enfermo en el hospital acompañado por Dámaso Alonso. Fue todo un maestro en lo literario".

Y en el apartado del pensamiento siempre tiene en su memoria a la filósofa María Zambrano: "María  fue una gran pensadora , pero quiero recordar que amó mucho a los poetas y fue su referente en la razón poética. La conocí cuando ella estaba en el exilio, en Ginebra, y cuando me atreví a escribirle la primera carta jamás olvidaré lo que me dijo: ‘usted y yo hace mucho que nos conocemos’.  Era la primera vez que hablábamos, pero teníamos una sintonía muy misteriosa".

Siempre me he visto como un poeta independiente, que ha sido fiel a esa voz fuera de grupos Colinas nació en La Bañeza en 1946 y con el tiempo fue viviendo en Córdoba, Ibiza, Italia, Madrid y desde hace unos años en Salamanca. Todos estos lugares le han marcado, todos ellos han quedado reflejados en su obra: ‘Sepulcro en Tarquinia’;  ‘Un año en el Sur’; sus traducciones de Leopardi y otros poetas italianos; la relación con Alberti en Ibiza... En Salamanca es el pregonero permanente de su Feria del Libro.

La Bañeza y su infancia, su familia, están muy presentes en su obra y en sus explicaciones de cómo ésta surge. Muchas veces ha recordado un pasaje que marca su vida y su obra: "El desencadenante de 'Tiempo y abismo' fue la muerte de mis padres. Fue una etapa muy difícil en la que primero falleció mi madre, luego mi padre. Cuento estas cosas que parecen personales para desvelar cómo nace la escritura, el menos en mí. Yo he explicado que al día siguiente del funeral de mi padre nace el primer poema. Esto pone de relieve ese componente misterioso de la escritura. Podemos poner nuestra voluntad, nuestro esfuerzo, pero si nos falta ese primer poema, difícilmente podremos empezar. Es en ese tiempo misterioso, delicado, cuando surge ese primer poema, el desencadenante, el verso que va tirando del resto del libro".

Un motivo de alegría para Antonio Colinas es ingresar en la larga nómina de ilustres ganadores de este premio en sus 25 años de vida, entre los que se encuentra solo un leonés, Antonio Gamoneda, que lo ganó en 2006. Se han  ido alternando un español y un latinoamericano desde 1992, cuando lo ganó Gonzalo Rojas (Chile). Le sucedieron Claudio Rodríguez, João Cabral de Melo Neto (Brasil), José Hierro, Ángel González, Álvaro Mutis (Colombia); José Ángel Valente;  Mario Benedetti; Pere Gimferrer, Nicanor Parra (Chile); José Antonio Muñoz Rojas; Sophia de MelloBreyner (Portugal); José Manuel Caballero Bonald; Juan Gelman (Argentina); Antonio Gamoneda; Blanca Varela (Perú); Pablo García Baena; José Emilio Pacheco (México); Francisco Brines; Fina García Marruz (Cuba); Ernesto Cardenal (Nicaragua); Nuno Júdice (Portugal); María Victoria Atencia en 2014, e Ida Vitale, de Uruguay, que lo ganó en la edición de 2015.

Pese a ellos, Colinas reconoce que "es un premio que tienen grandes poetas" pero no se siente identificado con grupos. "Siempre me he sentido  un poeta independiente, aunque mi obra sintonizó en un determinado momento con esa poesía de los años 60 y 70, pero a lo largo de los años he ido evolucionando, no hay dos antonio colinas, siempre ha sido un Colinas que ha sido fiel a esa voz fuera de grupos y generaciones".