Marcelino, Teresa, Pilar, Gelo y Sanjo, sin necesidad de apellidos, son La Braña, el grupo de música tradicional que ya forma parte de la banda sonora de esta tierra después de muchas décadas de canciones leonesas a sus espaldas y ahora «con un nuevo disco en las tiendas», que dirían los clásicos.

La Braña había llamado a varios discos suyos con el mismo nombre, Canción Tradicional Leonesa, añadiendo el I, II, III… Ahora siguen la misma línea pero han apostado por un ‘Enséñame cantares’ que encierra un pequeño guiño a un programa que semanal que Sanjo y Gelo hacen en Radio León con el título de ‘Por el aire van’ y que antes se llamó ‘Cuaderno de cantares’. «Entendíamos lo de cantares no como canciones sino como las coplas que forman parte de esas canciones. Y de una de esas coplas lo tomamos: Enséñame cantares / morena mía / que ya se me olvidaron / los que sabía. Y es que los mozos que más canciones sabían eran los que triunfaban, en aquellos tiempos, claro».
La Braña recoge estos cantares que ha ido llevando a sus discos y conciertosde gentes de toda la provincia. «Después de escucharlas hay que analizarlas pues muchas veces nos las cantan fragmentadas, otras veces tenemos dudas con la letra y debemos confrontarlas con otras versiones que tenemos. Y después de ese trabajo llega el trabajo propio del grupo, hacerla nuestra, al adaptarla a una pieza ya estructurada que podamos cantar. Y finalmente Angel Arredondo ‘Gelo’ hace el trabajo de armonización musical, estudiamos qué instrumentos introducimos en cada canción».
- ¿No se respetan los instrumentos originales?
-La mayoría de las canciones nos llegan como voz y pandereta, a palo seco, y somos nosotros quienes debemos ponerle el sentimiento, el espíritu. Si es una canción maragata pruebas con una chifla… en fin, hacerlas también digeribles pues si le metes a la gente una hora de concierto a base de pandereta la cansas. No nos podemos fiar deque a nosotros se nos caigan las lágrimas de emoción al escuchar las panderetas en manos de grandes pandereteras, hay que pensar en todo el mundo. Lo importante es rescatar cosas que estaban muertas y que la gente se emociona al volverlas a escuchar después de muchos años.
Y así nos llega una nueva entrega de canciones robadas al olvido. 16, de muy distinta procedencia. «El disco tiene una duración aproximada de una hora y entre ellas varias jotas, titos, y otras muy diversas, como un pasodoble, una canción de cuna, un romance, una alborada, varios cantos de ronda, una canción de lavanderas, etc.
Todas ellas muestran en sus letras estampas costumbristas de nuestra tierra leonesa, como formas de vida, pinceladas históricas y de la guerra, sentimientos de amor profundo, la alegría de la fiesta o el dolor a causa del desdén», explican los componentes de este veterano grupo que se mantienen con las mismas ganas de siempre, como demostraron en la presentación del disco realizada hace unos días en León con un concierto.