Ana de Valle sueña con el momento en el que pueda llegar a vivir de sus diseños, y está trabajando duro para conseguirlo. Su trabajo no la ha llevado a dejar su pasión, sacó tiempo para apuntarse a clases de patronaje después de haberse iniciado en el diseño de forma autodidacta y ahí comenzó todo. Primero, «empecé a confeccionar diseños para mí y me cree un blog para ir mostrando mi trabajo», explica. También subía a ese mismo espacio la colección de cojines y su trabajo iba gustando a sus seguidores.
A raíz de ese blog, donde también hablaba de planes culturales en Madrid, comenzó a recibir los primeros encargos, algo que «no me había planteado nunca», reconoce.Pero eso le dio motivos para apostar más fuerte por el diseño y comenzó a vender su marca en mercados, «empecé a ir al Market del Matadero de Madrid para darme a conocer, fui en varias ediciones y salí muy contenta, entonces a raíz de eso empecé a probar también en tiendas», explica.
Hace solo un año preparó su primera colección, que ya vende en dos tiendas –una de ellas en León: La mona se viste de seda– y «al ver que funcionaba» hace poco más de un mes creó su página web, ‘www.anadevalle.com’, en la que se ha lanzado a la venta ‘online’.
La exclusividad, el colorido y la calidad de los tejidos son las grandes apuestas de los diseños de esta leonesa, que en la actualidad trabaja desde casa pero sueña con tener su propio taller en el que construir sus diseños, desde los bocetos. También tiene una parte de ‘atelier’, en la que crear prendas exclusivas y a la medida de sus clientes.
El éxito de sus primeros pasos en la moda hacen que se crea en sus posibilidades. Algunos de sus diseños ya han aparecido, incluso, en televisión. Consiguió ‘vender’ su marca a una agencia de comunicación y ha gustado especialmente a las colaboradoras de Zapeando, el programa que La Sexta emite a primera hora de la tarde. Ana Morgade o Lorena Castell han vestido con sus diseños, algo que celebra pese a que no se lo esperaba. «Parece que les han gustado», aplaude.
A base de trabajar duro y combinar su profesión con su ‘hobby’ –Ana sigue trabajando como arquitecta técnica en Madrid pese a seguir creciendo en el mundo de la moda hasta que este sueño se afiance– está logrando hacerse un hueco en un mundo en que la entrada «es difícil», confiesa. «Al principio, cuando no eres conocido, es complicado que en las tiendas se apueste por ti», asegura, aunque espera que el hecho de que su marca ya esté más afianzada y que sus diseños se hayan podido ver en televisión la ayude a llegar a alguna tienda más, también en León.