Quizá habría que dar un premio al crítico, aficionado o incluso fan de Albert Pla que fuera capaz de definir a este artista dentro de los patrones en los que normalmente los entendidos dividen a músicos y creaciones. «Ya no distingo el género entre el flamenco, el jazz, y la canción de autor y todas estas cosas. Me habían asegurado que existían pero juraría que no, que es mentira». Lo dice así, con esa sorna que a veces es ironía y a veces es realmente lo que piensa, pero que le ha llevado a ser uno de esos músicos con su manera particular de mostrarse ante el público y la sociedad en general, tanto dentro como fuera de los escenarios.
Este jueves actúa en El Gran Café (22 horas, a 15 euros las entradas anticipadas), y lo hará de una manera diferente. Seguro que irá de un lado a otro del local, seguro que hará cantar a su público pero también gritar y seguir sus discursos pero con una novedad: la improvisación no solo será aportada por él, ya que en esta ocasión estará acompañado del guitarrista flamenco Diego Cortés.«Aparte de pelearnos, hemos hecho de todo», dice sobre su pareja musical en esta gira, aunque lleva muchos años colaborando con él, ya desde que estaba en Jaleo e hicieron algunas actuaciones conjuntas.
«Es como si fuera solo, pero con música», apunta Pla sobre la forma de subirse al escenario con Diego Cortés, con el que también «puedes improvisar totalmente el repertorio e inventarte cosas». De hecho, según reconoce, no suele decir al guitarrista qué temas va a mostrar durante sus actuaciones, puesto que ni siquiera él lo sabe, ya que una de las señas de identidad del artista catalán es precisamente dejarse llevar y variar sus actuaciones en la medida de lo posible.
Por eso la oportunidad de ver a Albert Pla es siempre única, ya que seguro que el concierto del jueves poco tendrá que ver con aquel que hace unos años protagonizó en el Studio 54, cuando se acababa de aprobar la ley antitabaco y, con su habitual flema, se reía de la normativa socialista encendiendo un cigarro ante el regocijo del público. O como cuando en su último concierto en León, también en El Gran Café, hacía apagar todas las luces del local mientras deambulaba por él con unas lucecitas que le daban más si cabe su habitual apariencia que oscila entre la extrema locura y la genial brillantez.
Ya no distingo el género entre el flamenco, el jazz, y la canción de autor y todas esas cosas«Con Diego la cosa siempre acostumbra a estar más movidita, si quiere puede hacer ruido y hacer unos ritmos endiablados, cosa que igual conmigo no, es más narrativo, más pausado, quizá con Diego lo gocemos más», promete el cantante catalán, que reconoce que será «complicado», casi imposible, verle sentado en algún momento del concierto, porque lo suyo es estar sobre la tarima, pero también se encaramará a cualquier silla o espacio o entremezclado con su público, con su entregado público.
El autor de ‘El lado más bestia de la vida’ promete mantener sus costumbres musicales, ahora con el guitarrista. «Él es un artistazo, no solo se acopla a mí, sino que muchas veces me adelanta por la derecha y me tengo que acoplar yo a él, no hay problema, es un rato de gozada total cuando estás con Diego, de pasártelo bien, reír, cantar, dejarte llevar y pasarlo bomba», resume Pla, para luego agregar que cree que «el público se lo pasa bien». «No me han echado nunca de ningún lado, creo que quedan contentos, pero tampoco es seguro», detalla este músico que quiere reivindicar su profesión, su arte, su valor sobre las tablas. «Los cantantes cantamos, excepto el paréntesis de 80 años que se han sacado discos, y parece que los cantantes volvemos a cantar, tendríamos que alegrarnos de ello», vuelve a afirmar con sorna en una entrevista concedida a este periódico, en la que adelanta que el año que viene habrá nuevo álbum de estudio, tras seis años de silencio. «La verdad es que con los dos últimos espectáculos, ‘Manifestación’ y ‘Guerra’, no hemos grabado, así que yo creo que del próximo, que lo estrenamos en enero, va a haber disco», confirma.
Con Diego la cosa siempre acostumbra a estar más movidita, conmigo no, es más narrativo y pausadoEsto supondrá que Pla siga sobre el escenario, algo que no ha dejado nunca de hacer. «Lo hago prácticamente cada fin de semana y no me arrepiento de ninguno de los conciertos que he hecho, en todos me lo paso en grande, todos son momentos especiales, no estoy aburrido de ello», explica el cantante de Sabadell, que asegura que nunca ha tenido problemas para tocar, «a no ser que sea un teatro donde el Ayuntamiento sea del Partido Popular».
«Voy perdiendo mucho público que ya no tenía, la gente que no me venía a ver, no me viene a ver, y la gente que no me contrataba, lo dice públicamente», añade Pla para a continuación dejar claro que «a un artista no se le contrata por lo que piensa, sino porque llena una sala, si no, lo tiene más difícil». «Mientras a los sitios donde vaya siga yendo gente, supongo que me seguirán contratando, en los teatros públicos no, pero se alquila y ya está», detalla.
No me han echado nunca de ningún lado, creo que quedan contentos, pero tampoco es seguroY es que este polifacético artista es de los que nunca se ha callado ante nada ni nadie. Famosas son sus polémicas, como cuando dijo que «mataría a los de Podemos y las plataformas ciudadanas antes de que empezaran a hacer daño», o recientemente, con esa carta leída en RAC en la que hablaba desde una profunda ironía sobre el conflicto catalán, lo que le supuso muchas críticas porque algunos creyeron a pies juntillas lo que decía. Por suerte, sigue igual: «Es que tengo muy claro lo que pienso del Gobierno, no me gusta, nunca me gustó, ni lo que hace, ni cómo son, ni lo que dicen, ni sus hermanos, ni sus padres, ni la manera que manejan los dineros, ni la sanidad, ni la educación; ni me gusta el rey, ni me gustan los militares, ni la iglesia, eso lo he dicho siempre. Además, me cago en su puta madre, como hace mucha gente que se caga en su puta madre, así espontáneamente cuando te sale del corazón. Lo que pasa es que a veces te cagas en su puta madre y un periódico pone me cago en su puta madre y te toca pringar un tiempo».
Los cantantes cantamos, excepto el paréntesis de 80 años que se han sacados discosComo catalán que es, no se puede evitar preguntarle sobre cómo vive este momento tan complicado para su público de los dos territorios. «La gente últimamente está muy enfadada socialmente, políticamente, y a mí me importa una mierda que estén enfadados política y socialmente, que dejen de ver la tele, leer los periódicos y chupar móvil y ya verás cómo la gente se desenfada», detalla a la vez que también resalta que si ha sido crítico con todo lo que viene de Madrid o del resto de España, también lo es con Cataluña, porque está claro que Pla no se casa con nadie. «Mi canción más conocida en Cataluña se llama ‘Bonna nit’, y me follo a los niños de la Escolanía de Montserrat, antes de decir que me cago en Cataluña y su puta madre», explica el artista barcelonés, que también concede que si dice lo mismo sobre el Pilar, le «meten en la cárcel».
Así es Albert Pla, alguien que por mucho que se quiera explicar, solo hay una forma de conocerlo bien: dejarse llevar con su música, como lo hace él en cada concierto.
Albert Pla: "Voy perdiendo mucho público que ya no tenía"
Vuelve a actuar en León, pero esta vez llega acompañado de Diego Cortés, con el que sus espectáculos musicales cobran otro valor. La cita es este jueves en El Gran Café a las 22 horas
05/11/2017
Actualizado a
17/09/2019

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