El restaurante –en funcionamiento desde el 13 abril– amplía y complementa la oferta del establecimiento, ya que Aires de Fasgar además de contentar el estómago invita al descanso. Ubicada encima del restaurante está la casa rural, que cuenta con seis habitaciones y seis cuartos de baño, una sala de estar y cocina para un total de 16 personas.
El negocio abre actualmente de viernes a domingo, aunque a partir del 5 de julio ampliará su horario de atención al público y únicamente cerrará los jueves por descanso del personal.
La buena acogida que está teniendo anima a sus responsables a seguir adelante. No les faltan «las ganas ni la ilusión», dicen, para aportar su granito de arena «para que Omaña siga estando viva». Su proyecto les ha permitido crear ya dos puestos de trabajo y prevén realizar un contrato más para la temporada de verano. Si el cliente responde, Aires de Fasgar quiere seguir creciendo.
