El otoño es una estación en la que se puede disfrutar de las sensaciones que produce el multicolor despliegue de las hojas de los árboles antes de caer al suelo para integrarse en la tierra que las acoge para formar nuevo suelo aportando nutrientes a todos los organismos que de ella se alimentan.
Los cerezos y las hayas son los árboles que producen unas mayores tonalidades en sus últimos momentos, los abedules mantienen más tiempo las hojas en sus ramas y los serbales se ven rojos con sus frutos. Todo ello hace que estos bosques en otoño resulten una sinfonía de hermosos colores. Hay un hayedo cercano en el descenso de la cara norte del Bodón de Cármenes, el hayedo de Canseco y, sin embargo, la mayor parte del bosque que se va a ascender lo componen abedules, aunque hay algunas hayas sobre todo a partir de los 1.600 metros de altitud.
Conviene aparcar donde finaliza la carretera, ya que en el interior de Piedrafita hay muy poco espacio y desde allí se puede dar por comienzo la ruta.
La ruta
La ruta comienza donde finaliza la carretera del Torío y hay un espacio en el que se puede aparcar. Desde allí se desciende a la localidad de Piedrafita a 1.250 msm., en la que se cruza, primero el Torío por un puente entre los edificios y más tarde el arroyo de Riosal, donde ya se toma el camino que asciende hacia el abedular.
Tras un tramo se llega a un primer cruce de caminos: siguiendo recto se sube paralelo al arroyo, por donde está previsto el regreso, y por el de la izquierda, que es el que se va a seguir, se entra al interior del bosque en una larga y empinada recta que llega a un punto desde donde hay una extraordinaria vista de la localidad de partida.
El camino gira a la derecha y sigue subiendo por el bosque de la Cotada con numerosos zig zags, remontando la altura hasta llegar a los 1.700 metros de altitud de la zona llamada «El Cotorro». En esa zona, en uno de los últimos zig zags el camino continúa recto hacia un abrevadero que no se debe seguir, se debe hacer una penúltima revuelta subir y hacer otra hacia la izquierda para llegar a una loma abierta desde donde se ve el paisaje al Norte y continuar con subida más suave y abierta hasta llegar a la Peña de la Lámpara, de 1.723 metros con una excepcional vista también hacia el Sur con cumbres como Polvoredo, Bodón, Cabaña y Bodón de Cármenes. A la derecha, hacia el Oeste se ve el camino que sube hacia los picos más elevados, cuya cumbre final es el Brañacaballo, que supera los 2.000 metros. Al Norte el Morgao, Laguna y las Llanonas, así como la Valerona y el Majao hacia el Este.
Si se desea se puede continuar subiendo, pero la ruta en este punto comienza a descender por el mismo camino hasta la última revuelta que se hizo al subir en el bosque, donde se va a continuar recto.
Allí se toma una trocha de ganado muy marcada que se va a seguir entre el bosque y que a continuación sale a unas praderas para entrar de nuevo en bosque que se va a finalizar en zona pedregosa pasando a cruzar praderas y matorral, para seguir siempre por la vereda bien marcada, aunque se ven prados más abajo, sigue habiendo escobas y se cruza un resalte rocoso para llegar a un arroyo que baja formando cascadas y que se va a cruzar hacia el otro lado siguiendo siempre la cota de los 1.700 metros, incluso subiendo ligeramente siempre de acuerdo con las vueltas que da el terreno, en una parte más suave, mientras que más abajo el desnivel es mucho más pronunciado.
La última parte es casi todo matorral que va invadiendo el sendero y llega a la Majada del Puerto, una serie de construcciones en ruinas, casi todo cierres de piedra y donde comienza un camino paralelo al arroyo Riosal que va a bajar directamente hacia Piedrafita.
En la parte inferior del arroyo donde se vio la cascada se encuentra otra bastante llamativa, para continuar bajando entre praderas hasta encontrar el cruce en el que al inicio de la ruta se entró en el bosque, que en esta ocasión se va a seguir recto hasta entrar en Piedrafita, subir al aparcamiento donde finaliza la ruta.
