"A veces lo paso mal cuando recupero fotos antiguas"

Andrés Edo evoca en una exposición fotográfica en la galería Ármaga una edición, la de 1997, que marcó un punto de inflexión en la historia del Purple Weekend, que nació como una concentración Mod en la segunda mitad de los 80 y se convirtió en un festival internacional

Vicente García
28/11/2019
 Actualizado a 28/11/2019
Personas vinculadas a la historia del Purple arroparon al artista. | VICENTE GARCÍA
Personas vinculadas a la historia del Purple arroparon al artista. | VICENTE GARCÍA
Las fotografías de Andrés Edo cuelgan en la galería Ármaga en su exposición ‘Through my eyes’, como el preludio de lo que la próxima semana va a ser el XXXI Purple Weekend. Estas fotografías se tomaron con cámara de película en blanco y negro en 1997 y al año siguiente, en 1998, se expusieron en el Ateneo Cultural El Albéitar. Sin embargo han estado ahí durante todo este tiempo y ahora la unión entre los organizadores del Purple, la galería Ármaga y su autor ha hecho posible que de forma conjunta hayan organizado esta muestra. Dice Eva López, de la dirección artística del Purple: «han pasado muchos años, 22 exactamente, y mucha gente no las pudo ver, no las conoce y creímos que era una buena oportunidad. Y es que Marga, de la galería Ármaga, quería colaborar en el Purple Weekend de alguna manera, y como Andrés es un fotógrafo que ha trabajado con la galería, planteamos la exposición y pensamos que era lo mejor que se podía hacer».

El deseo de estos organizadores es que las personas que estuvieron allí recuerden ese tiempo pasado y los demás conozcan esa parte del evento que todavía pervive. Son unas fotografías en blanco y negro, la mayor parte retratos de personas en sus actividades en el festival, la mayoría personas de a pie y que trabajaban duro para sacar adelante el acontecimiento. Hay también fotos de elementos que rodean toda la celebración del Purple, las vespas, los vinilos, los conciertos, todo ello retratado con una gran sensibilidad y frescura por el fotógrafo leonés.Andrés Edo es un fotógrafo que ha presentado varias exposiciones en la galería Ármaga, unas fotografías de gran impacto visual, las más recientes que se centran en cosas pequeñas y cotidianas. Además hace años expuso en las salas del Ayuntamiento de León en San Marcelo fotografías de hojas otoñales. Sin embargo está recuperando las antiguas fotografías de negativo que fue haciendo a lo largo de su vida, entre las que se encuentran las de esta exposición. Se pueden ver en su blog https://aedotor.shutterchance.com/, donde muestra su preferencia por los retratos y lo que se ha dado en llamar fotografía de calle. En las fotografías hay personas que ya no están y como dicen el autor: «ese es el riesgo que tienen estas cosas, cuando empiezas a mirar atrás te encuentras sorpresas», y además en estas situaciones se nota el paso del tiempo en todas las personas. Andrés Edo dice: «yo a veces lo paso mal cuando recupero fotos antiguas, es un repaso a toda tu vida anterior que eso no vuelve», un pensamiento de la no recuperación del tiempo pasado a pesar de las imágenes, o simplemente a través de las imágenes de situaciones vividas.Una característica de los retratos de Andrés Edo es la espontaneidad de las personas fotografiadas, pues le gusta hacer las fotos sin avisar, ya que estando preparados se ponen más tiesos y se preparan estropeando esa frescura necesaria para la imagen directa, «y la prueba de ello es que cada uno está a lo suyo, no está posando para la foto, que el problema que tienen las personas es que cuando ven que les vamos a hacer una foto intentan posar y jodemos la fotografía. Los retratos tienen que ser sin avisar, o sea, a traición. Si posan ya no es una buena foto», asegura Andrés Edo.

Hace retratos porque lo llamativo de estos eventos era la gente que se movía y se mueve a su alrededor, entonces ahí hay un vínculo con el festival muy cercano y que hace que las fotografías sean más representativas de su realidad, no un mero recuento de grupos y conciertos, que también eran interesantes para algunos.

Los lugares en los que en aquella época se desarrollaba el Purple Weekend eran dos: una carpa junto al edificio de la Junta y la discoteca Oh! León, hoy cerrada. Y todas las fotos presentadas en esta exposición están hechas en los alrededores del edificio de la Junta.

En cuanto a sus proyectos futuros en el ámbito de la fotografía comenta: «yo cuando hago fotografía la hago sin ningún tipo de proyecto y no quiero planteármelo, porque solo de pensarlo me produce angustia y por ello prefiero eliminarlo». Es una postura muy personal que le lleva a realizar los trabajos a posteriori, tras ver imágenes realizadas que le gustan, sin planificación alguna.

Es interesante reseñar el trabajo realizado por José Manuel Mures, quien ha fotografiado posando a las personas que se encuentran en las imágenes de las fotografías de Andrés Edo. Un bonito reportaje publicado en su página de Facebook.

La exposición podrá verse a lo largo del Purple hasta el 10 de diciembre.
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