Andaba por Villaviciosa, en Asturias, la cuna de la sidra y veía dos problemas:que había que esperar por el camarero para que te sirviera un culín de sidra y que donde te daban la botella había mucha gente que no sabía escanciar y tiraba mucha sidra. «Yasí nació el corcho que soluciona ambos problemas», un tapón con dos agujeros, que lo pones en la botella y tira la sidra sin ‘arramar’ nada. «Yo empecé jugando, como digo yo, dándole vueltas, experimentando, hasta que me di cuenta de que ya había logrado lo que buscaba».
Me arruinó un invento que me debía hacer rico, el soporte barra de periódicos Recuerda Montse que «allí en Villaviciosa la gente lo veía práctico, pero es la cuna de la sidra, y son muy puristas, pero poco a poco fueron entrando y ya nos hacen pedidos, también de la comarca de la sidra».
Pero no se quedó ahí la cosa. El corcho estaba bien pero la cabeza de Raúl siguió dando vueltas y así nació Guxidrín:«Es un escanciador de sidra manual y artesanal, sin ningún mecanismo de pilas ni eléctrico, es decir, sin mantenimiento, que fui mejorando y evolucionando poco a poco». En el primer modelo el vaso se apoyaba sobre una especie de gusano plástico y de ahí nació el nombre de guxidrín, gusano para la sidra.

Y en ello siguen trabajando, en su ‘casa verde’ de Golpejar de la Tercia, donde han pasado el invierno como únicos habitantes del pueblo. «El lugar es precioso, inigualable, pero el frío también es tan grande como la falta de vergüenza de Iberdrola con los precios de la electricidad», explica Montse mientras enseña una casa grande y típica de esta tierra.
Con este invento la sidra se escancia sin ‘arramar’ nada y no hace falta saber tirar Raúl y Montse buscan salir a flote «sobre el corcho de la sidra»después de que la crisis y algunos sinvergüenzas que se aprovecharon de ella les colocaran en una difícil situación, económica y personal. «Lo curioso es que el detonante también fue un invento que debía haberme hecho rico o, cuando menos, permitirme alguna alegría». Yes que Raúl González es el inventor de otro artilugio que hizo fortuna hace unos años, que él bautizó como Perico-palo pero que cualquier lector identifica rápidamente:«Son esas barras con una varilla que se colocan en los periódicos en los bares y el pequeño mueble con las hendiduras para posarlos, a la medida de las barras».
Raúl González también es el padre de este invento, las barras y el mueble. Los que aún vemos en los bares son de aquella época pues se ha dejado de fabricar después de una larga historia:«Yo lo patenté pero me compararon la patente, se creó una sociedad... una larga historia, total que a la ruina fui yo».
Entonces surgió la casa familiar en Golpejar, con un taller anexo... Y así aparecieron en la Tercia Raúl y Montse, para salir a flote en un corcho.