2016, balance de un año

Bruno Marcos repasa los eventos más destacados, desde el punto de vista artístico, del año que está a punto de terminar

Bruno Marcos
31/12/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Edificio en fase de finalización de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | DANIEL MARTÍN
Edificio en fase de finalización de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | DANIEL MARTÍN
Pese a todo la cultura parece, un año más, indestructible. Ni la crisis con sus selectivos recortes, ni el elevado impuesto cultural, ni la desidia institucional, ni la sequía de ayudas a la creación, ni la piratería, ni la impotencia para crear una ley de mecenazgo, ni la pereza de los espectadores, ni la inexistencia de coleccionismo artístico, ni la inducida superficialidad de los lectores, ni siquiera todas estas cosas juntas son capaces de parar las plumas de los escritores ni los pinceles de los pintores, aunque estos no usen ya pluma ni pinceles. Van los hechos dando la razón al viejo adagio becqueriano de que "mientras haya poetas habrá poesía".

Paradójicamente estos tiempos malos suelen ser buenos para las artes y las letras porque las falsías se disipan tras los últimos fastos y buena parte de los escritores de mentira y de los artistas de mentira van desapareciendo, como por ensalmo, en cuanto no hay dinero. Así queda algo de sitio, aunque poco iluminado, en el desportillado suelo de la escena cultural para los de verdad, esos de los que hablara, hace mucho y camino del destierro, Eurípides a un bisoño Platón diciendo: "Seguirán escribiendo aunque les entierren las tablillas donde hacerlo".

Es curioso que sea la penuria y la retirada de dineros la mejor herramienta para llevar a cabo lo de aquel otro adagio, el machadiano, de distinguir las voces de los ecos. Vayamos, ahora que otro año finaliza, a señalar algunas de ellas.

A nivel internacional se ha dado otra paradoja al resultar que lo más sorprendente, lo más creativo y nuevo, ha venido de un artista anciano, me refiero a la intervención en el lago italiano de Iseo realizada por el mítico artista del Land Art Christo, que unió por medio de un sendero amarillo, efímero y caminable, varias orillas con una isla.

A nivel nacional fueron especiales, para quien esto escribe, las exposiciones de dos artistas ocultos, Vivian Maier, la niñera neoyorquina que fue una excepcional fotógrafa secreta, autora de más de 100.000 imágenes salvadas por casualidad de ir a la basura, y Miroslav Tichy, el fotógrafo indigente que robaba al descuido imágenes de las mujeres de su ciudad con una cámara hecha con cartones. Ambos en el marco de Photoespaña. Cabe destacar una de las últimas muestras inauguradas en este año y que se podrá seguir viendo en el próximo, la de Pepe Espaliú en el IVAM de Valencia. Un artista de depurada obra simbolista que versa sobre la soledad, el amor o el amparo con dibujos sobrecogedores y magníficas piezas escultóricas.

En Castilla y León destacan dos exposiciones que se pudieron ver en Musac y que, a mi juicio, son de importancia internacional. Una es la de Gustav Metzger, primera en España de este gran artista de noventa años que se adelantó en el siglo XX tratando gran parte de los temas que ocupan la agenda actual de las artes, tales como el ecologismo o la comercialización del arte entre otros. La otra reseñable es ‘El Iris de Lucy’, la muestra del trabajo de una veintena de mujeres artistas africanas contemporáneas cuyo tema fue, precisamente, ellas. El resultado de esta última fue conmovedor y auténtico, dotando de pleno sentido al feminismo y al arte social, que a veces aparecen de forma rutinaria o retórica en el mundo del arte.

En el ámbito local la desidia, la improvisación y los disparates campan tan a sus anchas en las áreas de cultura que cabría dedicarles un próximo artículo que se llenaría tan sólo con su enumeración. Quizá lo más destacable tiene que ver con el próximo año, en el que será inaugurado un equipamiento cultural de primer orden en el ámbito rural con un edificio de vanguardia arquitectónica, respetuoso con el entorno y pionero en eficiencia energética, obra del arquitecto de prestigio internacional Zaera Polo, para la Fundación Cerezales Antonino y Cinia.
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