La última trashumante

El rebaño de ovejas de Arancha Pérez Cascallana atravesó La Pola de Gordón en plenas fiestas camino del Puerto de Folledo

Fulgencio Fernández
30/07/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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“Para otro año podéis poner en el programa de fiestas que atraviesa el pueblo un rebaño trashumante”, bromea la ganadera Arancha Pérez Cascallana cuando su rebaño de 1600 ovejas atravesaba el casco urbano de La Pola de Gordón en plenas fiestas de verano, mientras mucha gente hacía fotos y grababa videos de las ovejas atravesando el puente, los careas conduciendo al rebaño y los mastines tan tranquilos como siempre caminan cuando saben que ningún peligro acecha al rebaño. Cierran el séquito los cuatro ‘dueños’ del rebaño a caballo: la citada Arancha, Luis Ángel su marido y los dos hijos, Yoli y Ángel.

Caminan hacia la majada del puerto de Folledo, en el que pasarán el verano y vienen desde Llamas de la Ribera, donde han estado en invierno. Una realidad que hace que, para los puristas, el verdadero nombre del camino realizado no sea el de trashumancia (que supondríasalir de la provincia) sino trasterminancia.

Arancha, la titular de la explotación ganadera, es una declarada enamorada de su trabajo de pastora; curiosamente en su familia no había ninguna tradición ganadera –ella fue muchos años cantante de la Orquesta Segunda Generación, herederos de los míticos Cirolines- pero al conocer a su marido, Luis Ángel, se encontró con una familia en la que siempre habían tenido ganado, ovejas fundamentalmente, en Barrio de la Tercia. De hecho, su suegra Pilar González fue la ganadera homenajeada en la última edición de la Feria Carea de Cerezales del Condado.

Arancha es, asimismo, la voz de las ya famosas canciones del grupo Ganaderas en Red. Dado su pasado “musical” ella es la intérprete de la recordada versión del Despacito, el verano pasadao, o la más reciente de ‘Libres al fin’ o su villancico navideño. Canciones en las que, a través de sus letras, recuerdan su realidad y reivindican sus derechos o proclaman sus quejas, como hacían en ‘Libres al fin’. “Nos imponen problemas y normas ilógicas, pero aún no saben que somos mujeres con mucha fuerza y valor”.

No lo duden.
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