La última gran gesta del basket leonés

Este jueves se cumplen 15 años del último ascenso de Baloncesto León a ACB, después de tumbar a Palma y Zaragoza en un inolvidable ‘playoff’ en el que estuvo 3 veces contra las cuerdas

Jesús Coca Aguilera
26/05/2022
 Actualizado a 26/05/2022
Quinteros celebra el ascenso justo tras señalar el árbitro el final. | MAURICIO PEÑA
Quinteros celebra el ascenso justo tras señalar el árbitro el final. | MAURICIO PEÑA
Hay gestas que a las que el paso del tiempo no resta valor, sino que incluso incrementa el mérito de lo conseguido y logran seguir emocionando. Sobre todo, si son de un equipo que durante décadas movilizó y enganchó a toda una ciudad. Más aún, si ese club hace ya 10 años que desapareció y aquel fue el último coletazo de un león que llegó a ser el rey de la selva.

Porque este jueves se cumplen 15 años del segundo y último ascenso del Baloncesto León a la ACB, de aquel mágico 26 de mayo de 2007 en el que un Palacio lleno hasta la bandera veía cómo se completaba la remontada ante un Zaragoza que había tenido un partido en casa para sentenciar la serie ganando 2-1. Cómo tras estar tres veces contra las cuerdas, con encuentros que en caso de perder le dejaban en la Leb, un equipo legendario conseguía llevarse el gato al agua y desatar la locura en la ciudad.

Se conseguía el ansiado éxito que tanto habían buscado, pues en las seis temporadas anteriores desde su descenso de ACB su peor puesto había sido un quinto, pero en el ‘playoff’ llegaba el palo. Es más, dos veces ganó la liga regular, pero al contrario que en la actualidad de aquellas el campeón no ascendía directamente. Sin embargo, tras cuatro campañas seguidas quedándose a un cruce de subir, llegó el merecido premio.

León, que se había quedado 4 años seguidos, a una ronda de subir, ganó la Copa y fue segundo en la liga regular Fue el año en el que Joaquín Rodríguez, el encargado de construir el equipo, encontró a esa ‘perla’ argentina llamada Paolo Quinteros, que dominó la competición a su antojo. En el que Juanjo Bernabé y Stephane Dumas formaron una pareja de bases complementaria, pues eran muy diferentes, pero de extraordinario rendimiento. En el que Javier Bulfoni fue una ‘metralleta’ de principio a fin en un juego exterior en el que Lucho Fernández era el rey de los intangibles y que completaba con mucha menor participación Fran Baquer, ayudando también en los entrenos dos jóvenes canteranos como Carlos Fernández Riol y Jorge Calvo. Y en el que en el juego interior un Rick Hughes que llegó a mitad de temporada marcaba diferencias, Jaime Peterson y Urko Otegi se fajaban un día sí y otro también bajo tableros, Dani García abría el campo erigiéndose en esa figura de ‘cuatro abierto’ que empezaba a ser fundamental en el baloncesto y Terrence Leather pasaba de ser cuestionado durante el año a héroe en la eliminatoria decisiva.

Todos ellos, bajo la dirección de un Gustavo Aranzana que había regresado a casa para devolver al equipo a la élite y tenía de segundo a Javi de Grado, fueron los protagonistas de una temporada que fue bien desde el inicio, pues el equipo empezó ya ganando cinco de los seis primeros partidos de liga y se proclamó en enero campeón de la Copa Príncipe tras imponerse con contundencia tanto en la final al Cantabria.

Pese a ello, y a que el conjunto leonés terminó segundo en la liga regular, ganándose por tanto la ventaja de campo en el ‘playoff’, nadie se fiaba pues aún se recordaban las desgracias recientes en el momento de la verdad.

Lou Roe llevó al límite a los leoneses en un primer cruce  con Palma que se decidió en el quinto y último partido Y de hecho la primera ronda fue ya una gran batalla que, cuando parecía que podía ser un ‘paseo triunfal’, se complicó y acabó decidiéndose en el quinto partido. El rival era el Palma Aqua Mágica, que tenía como gran estrella al pívot Lou Roe, que sólo dos temporadas antes había sido el más valorado de una ACB en la que anteriormente había sido designado MVP. Pero los dos primeros partidos en León fueron como ver al norteamericano contra el mundo y ambos se saldaron con contundentes victorias locales por más de 20 puntos de diferencia (87-62 y 99-77).

Sin embargo, en las islas el panorama cambió por completo. Perdonó Climalia León la sentencia en el tercer partido, en el que tras ir a remolque desde el inicio cayó 94-89 en el igualado final; y naufragó en el cuarto, en el fue barrido por 92-66 volviendo a León con las dinámicas y sensaciones cambiadas.

Pero los leoneses no fallaron. Mandaron desde el inicio y se clasificaron liderados por un sensacional Bulfoni, que firmó 28 puntos incluidos los decisivos para sentenciar cuando una zona les había atascado y había puesto a dos al Palma en el tramo final. 85-75 acababan imponiéndose, citándose en la eliminatoria final con un Cai Zaragoza que llegaba mucho más descansado tras vencer 3-0 al Inca.

En la final Zaragoza ‘robó el factor cancha en el segundo partido y con 2-1 tuvo la ocasión de subir en su casa Darren Phillip, el ‘gigante’ Starosta, el ex del Real Madrid Lucas Victoriano, el que luego fuera jugador de León Heshimu Evans, Rafa Vidaurreta, Matías Lescano o Corbacho destacaban en aquel equipo maño al que de la mano de Hugues y Quinteros ganó 89-75 León el primer partido, pero que dos días después ‘robaba’ la ventaja de campo al imponerse por 73-88 en el Palacio.

Subir implicaba ganar al menos un partido en el Príncipe Felipe. Y el primero de los jugados allí acabó con un nuevo triunfo maño, por 79-73, que dejaba a sólo un paso del ascenso a unos y de un nuevo varapalo a los otros.

Pero aquel 24 de mayo de 2007 llegó la campanada. Y lo hizo de la mano de un protagonista inesperado, Terrence Leather, que firmó 22 puntos y seis rebotes y frenó tras el descanso a un Starosta que estaba imparable con 22 de 24 en tiros en los tres primeros partidos de la serie, y que aunque acabó aquel día con 24 rebotes perdió la partida con el norteamericano a la hora de la verdad.

En el partido a vida o muerte por el ascenso, Leather secó a Starosta y León fue en todo momento por delante Así, tras ir perdiendo por dobles dígitos en la primera mitad, León remontó y con Quinteros rematando la faena al final ganaba 73-82 dejando el ascenso para quien ganara el quinto partido que debía acoger el Palacio de Deportes.

Y León respondió y el factor ambiente fue fundamental. Otra vez se exhibió Leather, que hizo 16 puntos y junto a la defensa de Peterson dejó en dos a Starosta. De nuevo se vio al Paolo Quinteros imponente, que con 24 fue al máximo anotador, y al Hughes referente en la zona firmando 15 con 11 rebotes para un total de 27 de valoración. Y con eso, la dirección de Bernabé y Dumas y la aportación de Lucho, se fraguó el triunfo de los de Aranzana, que fueron siempre por delante y encarrilaron el choque en el segundo cuarto, cogiendo una renta de 10 puntos en torno a la cual se movieron hasta el final, e imponiéndose finalmente por 89-79.

Festejo en la pista, en la fuente, en el Ayuntamiento... y vuelta a una ACB de la que a día de hoy León parece lejísimos de poder volver a disfrutar.
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