La sangría demográfica es de pueblo

Casi el 90 por ciento de la caída del padrón provincial se concentra en el medio rural

V.S.V.
02/01/2021
 Actualizado a 02/01/2021
Mapa con los municipios que ganan y pierden población. | L.N.C.
Mapa con los municipios que ganan y pierden población. | L.N.C.
Año nuevo... pero noticias de sobra conocidas. Al menos, las referentes a la crisis demográfica que arrastra desde hace décadas la provincia de León. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos definitivos del padrón municipal, a fecha 1 de enero de 2020, los cuales cifraban en 456.439 los habitantes de León.

La provincia perdió otros 4.562 leoneses a lo largo de 2019, un 0,77 por ciento de su censo. Cerca de un 90 por ciento de este descenso procede de la sangría demográfica del medio rural, la que justifica principalmente la galopante pérdida de población en la provincia. Sin embargo, el fenómeno de la despoblación no es ajeno a los núcleos urbanos ya que tanto la capital, como Ponferrada y San Andrés del Rabanedo vieron adelgazar sus censos a lo largo del año previo a la pandemia.

León es, de largo, la provincia que más habitantes pierde de la comunidad autónoma. En el conjunto del país, León es el segundo territorio que sufre una mayor caída porcentual de su padrón, siendo solamente superado por los vecinos zamoranos.

Malos datos, por tanto y una vez más, para la provincia. León no logra atajar una crisis demográfica alarmante para la que cada vez son más los que piden medidas de estado. De los 211 municipios leoneses, únicamente 41 ganaron población entre el 1 de enero de 2019 y el 1 de enero de 2020. De este modo, según el INE, cuatro de cada cinco ayuntamientos de la provincia perdieron habitantes a lo largo del año.

Siete municipios de la provincia lograron mantener su número de habitantes sin variaciones, mientras que 163 experimentaron descensos. Las mayores caídas en términos cuantitativos de produjeron en grandes núcleos de población como la ciudad de León (275 habitantes menos), Villablino (176), Ponferrada (165) o Astorga (126). Sin embargo, parece que a perro flaco todo son pulgas y los mayores descensos porcentuales se sitúan en algunos de los municipios de tamaño más reducido como es el caso de Escobar de Campos (que cae un 12,82 por ciento para quedarse con solo 34 vecinos) o Valdemora (con un recorte en su padrón de casi el 11 por ciento).

Almanza y Sariegos, ejemplos


Algunas de las 41 subidas del padrón son meramente testimoniales y no logran, ni mucho menos, revertir la dramática situación demográfica. De hecho, 15 de estas zonas verdes solo ganan uno o dos habitantes. La tendencia al crecimiento solo parece consolidarse en Almanza y Sariegos, los dos únicos municipios de toda la provincia que consiguen tres años consecutivos con sus padrones al alza.

Ellos son la mejor noticia en esta lucha por la despoblación, que también arroja datos amables en el alfoz de la capital y en algunas zonas de las comarcas de La Bañeza, Astorga y el Páramo. Las mayores subidas en términos absolutos se dan en Valverde de La Virgen (49), Villaquilambre (46) y Brazuelo (42). Precisamente Brazuelo lidera las subidas porcentuales con un 14,24 por ciento, seguida de Quintana y Congosto, Reyero y Cubillas de Rueda.

Aunque la despoblación es generalizada, parece cebarse con la comarca de El Bierzo, La Cabrera y todas las zonas de montaña. Mientras que el año anterior fueron 58 los municipios que aumentaron su población, a lo largo de 2019 fueron 41. Cada cuatro años, como el año pasado coincidiendo con las elecciones municipales, se suele repetir este cierto oasis.

Tampoco parece haber buenas noticias para las cabeceras de comarca. Todas perdieron población según el INE. Así, en Cistierna el censo se redujo en 45 personas, en La Bañeza en 48 y en Sahagún en 16. Más importantes fueron los descensos en Ponferrada, Astorga, Villablino y Valencia de Don Juan.

La provincia continúa así lejos de atajar su problema demográfico. En una década, León ha perdido a 42.845 de sus pobladores. Cifras alarmantes que, según las previsiones del INE, se recrudecerán a medio y largo plazo. Así, para 2030 se estima que en León solo queden unos 416.000 vecinos, en una despoblación que seguirá azotando de manera especial al medio rural. Al 2021, el año que para muchos es el de la esperanza, también se le pide otra vacuna para la 'epidemia' demográfica.


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