La resistencia al Franquismo que se apoyó en el arte

El Museo de León acoge hasta el 15 de enero la exposición ‘Un grito en blanco y negro. Estampa popular y sus epígonos’

L.N.C.
07/12/2022
 Actualizado a 07/12/2022
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El Museo de León acoge hasta el próximo 15 de enero la exposición ‘Un grito en blanco y negro. Estampa popular y sus epígonos’. Escribe Luis Grau a propósito de esta muestra que “durante toda dictadura conviven dos corrientes artísticas principales, aunque más bien cabría decir que una vive y la otra sobrevive: un «arte oficial» y el arte real. El primero fluye con prevista normali¬dad alentada por estímulos gubernamentales que lo consideran parte de su estructura imaginera, de ahí las comillas. En algunas ocasiones, a su alto porcentaje de propaganda no puede negársele un interés estético que sus protagonistas logran ajustar a muy ceñidos márgenes. En el segundo caso sucede lo contrario: bajo la superficie bulle una suerte de caudal creativo disperso y heterogéneo, con tanto atractivo como riesgo, que muchas veces consigue organizar movimientos más o menos estructurados. Estos movimientos a menudo impugnan el régimen que los relega o abomina de ellos con la única arma que poseen: la creatividad”.

En horario de martes a sábado de 10 a 14 h y de 16 a 19 h horas (domingos y festivos de 10 a 14 horas) la exposición, que cuenta con otra parte en San Marcos, hace un repaso por lo que se podría considerar la resistencia artística a la dictadura, que no por ello dejó de verse influenciada por las corrientes del mundo del arte que emergían por toda Europa en aquella época: “No solo se asistió a adaptaciones de los movimientos vanguardistas internacionales, versiones muchas veces sui generis debidas a la especial situación del país, sino que también el empleo de los nuevos lenguajes en conocidos recursos de difusión, como las técnicas de grabado y otras, motivó la aparición de prácticas artísticas más comprometidas y populares, más cercanas a una ambición política o, cuando menos, de denuncia social. Es el caso de Estampa popular, quizás la corriente más rotundamente antifranquista desde el punto de vista de procedimientos, mensajes, iconografía e intención. De hecho, en Estampa popular nos encontramos con caracteres que proporcionan un puente entre la propaganda artística (o el «arte propagandista») de la Segunda República y la Guerra y asuntos y recursos que aún prosperan actualmente. Tanto generacionalmente como por las intenciones de sus protagonistas en abordar temas que todavía hoy participan del debate público o han regresado a él, este no es un movimiento artístico antiguo”, añade Grau.

El propio director del Museo de León concluye en el díptico editado con motivo de esta muestra que “Presentamos en el Museo de León una amplia selección de obra gráfica de esa corriente reivindicativa convertida en imágenes artísticas, un grito en blanco y negro que resonó dentro de una España gris. Bajo ese nombre revelador, Estampa popular, numerosos artistas de varios territorios españoles levantaron su voz en forma de gesto pictórico o dibujístico con el ánimo audaz de denunciar el discurso oficial y ofrecer unaalternativa directa, sincera, distinta. En su gesto resuena una larga tradición de denuncia y anhelo de una España mejor, una confianza en un futuro que hoy podemos, al fin, reconocer. Esta colección privada, que desde el Museo agradecemos poder exponer por vez primera, ofrece una visión retrospectiva de aquella entereza hecha papel que aún hoy conmueve”.
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