Un imponente silencio volvió a impregnar la procesión de este miércoles Santo con el mismo nombre. La Cofradía del Santo Cristo de la Expiración y del Silencio volvió a desfilar en un amplio recorrido de más de dos horas con el único retumbarde las horquetas sobre el suelo y el sonar de las campanillas. Y es que, los papones, vestidos de morado, con una característica cruz en forma de 'T' sobre el pecho y un impresionante capirote blanco, no despegan los labios hasta llegar a la Inmaculada, donde se desarrolla el rezo de la salve.
Dos kilómetros de distancia en los que el Jesús de Medinaceli y el Santísimo Cristo de la Expiración estuvieron acompañados por cientos de personas a lo largo de todo el recorrido sin perder la esencia de una procesión tradicional en la que el silencio es sobrecogedor. Además de los dos pasos, llaman la atención las enormes cruces de madera por las que pujan algunos de los cofrades desde la iglesia del Convento de San Francisco el Real de los Padres Capuchinos.
Un silencio preludio del dolor que será protagonista durante este jueves y viernes santo, los dos días grandes de la Semana Santa leonesa que contarán con multitud de procesiones y actos religiosos.
La noche del Silencio
El Santo Cristo de la Expiración y del Silencio procesionó en un desfile en el que solo de oye el golpear de las horquetas sobre el suelo
01/04/2015
Actualizado a
14/09/2019
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