La nieve, los ríos y la pesca

Los neveros garantizan la reserva hídrica en los ríos de la provincia durante la temporada de pesca que aún no ha comenzado

Rodrigo Prado Núñez
16/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Río Torío por las Hoces de Vegacervera. | R. P. N.
Río Torío por las Hoces de Vegacervera. | R. P. N.
Las intensas nevadas caídas en todas las montañas de León aseguran el caudal de los ríos naturales y las reservas de nuestros embalses se empiezan a recuperar. Nuestra provincia dice adiós a la sequía admirando las cumbres llenas de nieve y los neveros rebosantes, pero no todo es positivo, porque si el tiempo se torna desfavorable, con un aumento considerable de temperatura y abundante lluvia, los deshielos serán muy rápidos y podemos enfrentarnos a grandes crecidas, al desbordamiento de los ríos, al arrastre brutal de todo lo que pillen a su alcance y posiblemente a la pérdida de parte del alevinaje anual. Todos recordamos, no hace mucho tiempo, el desbordamiento de nuestros ríos que obligaron a cortar carretas y como el Bernesga, a su paso por la capital, invadía y ocasionaba daños en los paseos de sus riberas.

Para la práctica de la pesca es una suerte contar con estas reservas de agua que nos aseguran acuíferos rebosantes y caudales generosos para toda la temporada. Lo ideal, para la pesca y los peces, es que la nieve caída durante el invierno se mantenga en la montaña para ir deshaciéndose paulatinamente en primavera. Los peces están acostumbrados a los compases que la naturaleza les marca, pero siempre que el río conserve su morfología e hidrología.

Los ecosistemas fluviales dependen de la dinámica de los ríos y estos de las crecidas. No hay ríos vivos sin variaciones naturales del caudal, las crecidas en los ríos son las que distribuyan los sedimentos y se encargan de ordenar la vegetación. La vegetación de ribera, con su alta diversidad biológica, es la encargada de estabilizar el cauce, también es la primera resistencia ante los desbordamientos y la que condiciona el arrastre de los sedimentos.

A pesar del estado de cumbres y neveros, el peligro de desbordamientos acecha de cara a la primaveraUno de los sistemas más comunes de especulación es urbanizar las zonas inundables de los ecosistemas fluviales.Con el pretexto de evitar inundaciones modifican las riberas construyendo edificaciones, zonas deportivas y paseos produciendo impactos muy severos en todo el ecosistema fluvial.

¿Alguien piensa que las riberas con su vegetación, los meandros y las zonas inundables son caprichos de la naturaleza? Creo que encauzando los ríos solo se consigue modificar el funcionamiento fluvial y denota un desconocimiento de la dinámica natural de los ecosistemas fluviales. Emparedar un tramo de río solo hace que darle velocidad al agua y esas escolleras lo convertirán en un canal. Se olvidan de las riberas y del cauce original montando sus paredes sobre una línea recta para favorecer el correr del agua y las distintas obras municipales que en este caso se realizan en el ámbito fluvial o sea de dominio público, territorio del río y de todos. También se olvidan que además de agua circulan sedimentos, nutrientes, flora y fauna. Es de primer curso saber que la vegetación autóctona presente en una cuenca hidrográfica puede prevenir las riadas y prolongar la vida útil de los ríos la flora y la fauna.Así, también, las acciones de reconstrucción de riberas deben procurar proteger la vida sin matar su espíritu. Los ríos seguirán reclamando su cauce ancestral con consecuencias posiblemente lamentables. Los peces en estos canales no tienen ninguna oportunidad de prosperar.

Con el argumento de adecuar la ribera, para evitar inundaciones, podemos reseñar un montón de actuaciones que generalmente han convertido el río en un canal, en una vía rápida de agua, que arrastra todo lo que se encuentra a su paso y pierde la condición de río con consecuencias graves para todo el ecosistema fluvial y por ende para todos los seres vivientes, incluidos nosotros.Seguir un criterio de conservación del arbolado de ribera es garantizar la conservación del cauce y el hábitat fluvial.

Si construimos escolleras interminables río arriba las consecuencias son claras; toda la fuerza de esas aguas encauzadas arrastrara todo lo que se encuentre a su paso hasta la parte baja del río donde, esta carga fluvial, se acumulara una y otra vez favoreciendo los desbordamientos. No debemos interferir con obras e instalaciones en la zona de influencia del río porque en un momento u otro reclamará su espacio y entonces vendrá la erosión y las tan temidas inundaciones.

Dos leoneses, en la selección del Mundial de Salmónidos Mosca


De nuevo dos leoneses, Pablo Castro Pinos y David Ferreras formarán parte del equipo de la Selección Española de Salmónidos Mosca que acudirá al Campeonato del Mundo de 2018.

El equipo estará formado por Fran Llamas Poveda, Iñaki Muñoz, Jordi Oliveras Cortina, David Arcae, Pablo Castro Pinos y David García Ferreras que estarán capitaneados por Juan Moustache e Ivan Verge.

Este Campeonato del Mundo de Salmónidos Mosca, categoría absoluta, se celebrará en la Región de Val di Sole (Italia), del 17 al 23 de septiembre de 2018.

Se espera un campeonato muy disputado donde la Selección Española parte entre las favoritas por su impresionante currículo tanto a nivel europeo como mundial.
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