La Nacional VI coge impulso para pasar a ser la nueva Ruta 66 "a la española"

Xosé Ramón Nóvoa estrenará el trazado en un viaje de "pioneros" antes de finales de año y espera potenciar la propuesta como una posibilidad turística de desarrollo local a futuro

Mar Iglesias
06/09/2021
 Actualizado a 06/09/2021
Bucólica imagen de uno de los hitos kilométricos del trazado, que da cuenta de su abandono. | RUTAVI
Bucólica imagen de uno de los hitos kilométricos del trazado, que da cuenta de su abandono. | RUTAVI
Los Ángeles 2017, el viajero Xosé Ramón Nóvoa cumple el sueño de recorrer la Ruta 66. Lo hace desde Nevada hasta el muelle de Santa Mónica y se queda con cada detalle «vi los recursos que tenía la carretera, las zonas abandonadas…» y el aprovechamiento que hacían de ello los estadounidenses «que hacían mesas improvisadas con tapacubos…son recursos distintos, muy chic allí, pero que aquí se abandonan y se consideran feos».

De vuelta a casa, Nóvoa pensó en el tráfico que pasa por la antigua Nacional-VI, hoy vacía, después de ser relegada por la Autovía. Casi se ha convertido en un recorrido de culto para los viajeros, pero sin ver en él un museo en movimiento como el que sí percibía Nóvoa «estamos acostumbrados a ver carteles de pueblos en los queno entramos nunca y me quedaba con la sensación de que son cosas con encanto que no conocemos». Veinte años de abandono de un recorrido que se descartó y que se ha quedado en fotografías de recuerdos que, para el turista de la Ruta 66, despertaba un nuevo proyecto, una segunda oportunidad. Trasladar aquella ruta que conoció en Los Ángeles al trazado de la N-VI.

«En los EEUU se saca recurso de todo y nosotros no sacamos ese provecho, no lo vemos, pero hay minimuseos» que llevan con la luz apagada toda la vida esperando que una idea les encienda la bombilla. Así nació el proyecto de road trip por la histórica carretera de Madrid a Coruña. Un recorrido que, en parte, se desconectó hace dos décadas «pero que tiene un encanto especial», como pasa con la Ruta 66.

Nóvoa presentó su proyecto de recuperación de ese trazado a nivel turístico, como un inicio de despertar a una nueva vida de la mano de proyectos empresariales que recuperaran o relanzaran los negocios aledaños al asfalto hace cuatro meses. La primera aceleradora turística gallega, impulsada por la Xunta de Galicia, Turislab, le dio el empuje que necesitaba.

«Nuestra idea es hacer la Ruta 66 a la española, dándole una segunda oportunidad a los recursos de la carretera y a la gente que está en ella». Y los primeros pasos han sido poner en valor los recursos, mediante safaris para conocer todo lo que puede aportar el trazado «hay bares que podrían reabrirse, hoteles que podrían impulsarse y quizá ahora sea el momento», reflexiona Nóvoa. Los pasos de la pandemia han potenciado los viajes de proximidad y conocer cosas que, por lo cercanas, se habían quedado a la sombra.

En concreto, lo que ha comenzado a hacer es listar los recursos de la carretera en una circunferencia de viaje temporal alrededor de la misma de una media hora. Todo lo que entre en ese círculo y que tenga un valor visitable, como bodegas, castillos, restaurantes, miradores…es válido para engordar el proyecto. «Es una cantidad tan ingente la que hemos encontrado que sorprende. Ha sido toda una aventura», reconoce Nóvoa.

El proyecto incluye tres comunidades, porque va desde el kilómetro cero de la Nacional, en Madrid, pasando por Castilla y León y Galicia. Recorre ocho provincias desde la Puerta del Sol hasta A Coruña, en el Kilómetro 600, concluyendo con la espectacular vista de la Torre de Hércules, patrimonio de la Humanidad «como si fuera el muelle de Santa Mónica», dice, recuperando esa comparativa con la mítica ruta estadounidense.

La intención es llegar a proponer paquetes de viaje para hacer lento, entre 3 y 5 días, de todos los niveles y permitiendo al viajero decidir cómo articularlos. Habrá algunas propuestas cerradas con tres perfiles distintos, motoristas por un lado, familias que viajan juntas en autocaravana y parejas que viajan en coche.

Ahora trabajan en el merchandising a sabiendas de que la promoción de la idea parte mucho de su bautismo y de dejarse ver. Llevará el nombre de ‘Ruta de la N-VI’ y la repercusión mediática hasta ahora ha sido tremenda. Eso ha empujado más a Nóvoa a hacerla realidad «hay ganas de la gente de que se haga. Incluso de Becerreá a Piedrafita se han restaurado los hitos kilométricos y los han colocado como antiguamente», dice. «El feedback es muy potente», asegura, tanto que ya ha convocado una primera cata del trayecto para lanzarlo. Antes de que acabe el año espera poder hacer ese recorrido y para ello han abierto la puerta a que los interesados se apunten para compartirlo.

La página web rutavi.com pretendía encontrar a los 50 primeros viajeros de la Ruta y ya se han presentado más de 200.Serán lo pioneros de un proyecto que, al tiempo se va abriendo camino solicitando apoyos institucionales. Será el nuevo safari por el noroeste español, aunando historia, cultura y gastronomía «nos unen tres tipos de cocido», bromea Nóvoa, con una idea que también se empieza a cocer.
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