La mina de Zana, en León y Ciñera

El libro ‘Relatos mineros’, una visión de la mina desde dentro escrito por Juan Carlos Lorenzana, se presenta este jueves en León y el sábado en su ‘marco natural’, Ciñera, el pueblo del autor

Fulgencio Fernández
02/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
‘Relatos mineros’, de Lorenzana, se presenta en el Casino de León.
‘Relatos mineros’, de Lorenzana, se presenta en el Casino de León.
De Juan Carlos Lorenzana, Zana, (Ciñera, 1964) dice su biografía que «es hijo, nieto y bisnieto, por ambas partes, de mineros. A los diecisiete años inició el curso para Ayudantes Mineros (mineros canteros) y al cumplir los dieciocho ingresó en la Hullera Vasco Leonesa, en el Grupo de Santa Lucía, donde pasó por las categorías de ayudante minero, ayudante barrenista, artillero y vigilante». Por ello, está más que justificada la afirmación que Julio Llamazares escribe en el prólogo del libro ‘Relatos mineros’ que el citado Zana acaba de publicar: «Literatura sin ganga ni escoria y con el aliciente de por primera vez haber sido escritos por alguien que conoció y vivió lo que cuenta desde dentro, no como quienes hemos escrito de la mina desde fuera, de oídas o imaginándola».

Es evidente que son relatos sobre una mina real, la vivida por su autor y la defendida por Lorenzana en todos esos oficios y desde otro que ejerció de manera temporal, el de alcalde de su municipio, Pola de Gordón, que abandonó «por coherencia» cuando su partido en Madrid no defendió el futuro de la minería como él creía que debía hacerlo. Es este libro, en definitiva, «la mina de Zana», que debe ser la que más se acerca a la realidad de la mina.

Una realidad que parece que no siempre se ha contado pues Juan Carlos Lorenzana, tan claro como siempre al escribir y hablar, explica los motivos que le llevaron a publicar su primer libro de relatos: «Con estos relatos mineros queremos contar para desmentir, contar para desmontar toda la infamia que de nosotros se ha dicho y se ha escrito». Y utiliza el plural queremos pues habla y escribe tanto en nombre propio como en el de su profesión de minero, haciendo bueno el dicho de que «te puedes jubilar, pero minero nunca se deja de ser».

Abunda Zana en los motivos que le llevaron a dar el salto de sus habituales artículos en prensa a los relatos cortos: «Quiero enseñar, más allá de las cuencas mineras, cómo fue la mina que sufrimos, por la que luchamos, con laque lloramos y reímos. Cómo llegamos al convencimiento de que juntos, y sólo juntos, podíamos soportar el vivir en zonas inhóspitas, con un clima adverso, en un trabajo durísimo, que nos ha hecho pagar mucha sangre. Y, durante mucho tiempo, represaliados».

Un mundo del que este mismo jueves (20.30 horas) hablará en el Casino de León y el sábado en su marco más natural, su pueblo de Ciñera, en el corazón de la cuenca minera en la que nació, vive y trabajó.
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