La fuerza hace parada en Narayola
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EL BIERZO IR

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La fuerza hace parada en Narayola
Sociedad
El espectáculo de la familia de forzudos de Astorga hace parada en el pueblo berciano, desde donde quiere ofrecer un número solidario con Asprona
La familia de forzudos de Astorga vuelve a Narayola este año para compartir con este pueblo de Camponaraya el 13 de agosto al lado del Club de vehículos clásicos y ofrecer un espectáculo solidario, a favor de Asprona Bierzo «siempre nos gusta ayudar. Lo hemos hecho con la AECC o con la Asociación de Síndrome de Down», explica Bily Jiménez, hijo mayor del patriarca de la saga maragata que este año cumple veinte años con su conocido espectáculo de fuerza.
Al Bierzo los une mucho más que este evento por el que sienten un cariño especial, hasta tal punto que, recuerda Bily, tuvieron que pedir a un familiar que aplazase un bautizo para poder compartir con los bercianos esa tarde en Narayola. Pero a la comarca llegaron en los años 90, cuando comenzaron a dar clases de kung-fu en Bembibre, en el Gimnasio Pretoria, recuerda Bily.
De ahí pasaron a Almázcara, a Brañuelas o incluso al pueblo de La Silva y Monte Alegre o La Granja de San Vicente.
Aquí han dejado grandes amistades y no descartan volver a lo que consideran su casa para enseñar sus nuevos números que dejan boquiabiertos a los espectadores «hay que vivirlo para sentir lo que pasa en uno de nuestros espectáculos», recomienda Bily.
El padre de la saga de forzudos, Luis Jiménez lleva ya 44 años cumpliendo récords de fuerza. Bily lleva 18 (ahora tiene 42) y su hermana Sandrá cumple 34 años y media vida al lado de esa genética de fuerza que le hace ser cinturón negro primer Dan y ser capaz de arrastrar camiones de 12 toneladas con la fuerza de su cuello.
Luis Jiménez empezó a practicar Kung-Fu en 1972 y es cinturón negro Sexto DAN. Sus logros han sido reconocidos y no dejan de llamar la atención al escucharlos: Arrastra un autobús con el pelo, columpia a un niño con la misma fuerza de sus cabellos, soporta el impacto de cinco tejas sobre su cabeza, mueve una furgoneta con la perilla, mantiene la nuca y los talones sobre dos sillas. Su hijo rompe bolas de cañón, también piedras de 250 kilos sobre los genitales.
Y la saga continúa ya en la tercera línea, con nietos e incluso biznietos ya que siguen dejando claro que lo de los Jiménez es cuestión de genética.
Apunta Bily que la cita en Narayola incluirá sorpresas, porque este año están de celebración. Esas dos décadas serán aplaudidas en las fiestas de su Astorga natal, donde recibirán un homenaje al que responderán con uno de sus récords más llamativos.
Actualmente la familia Jiménez sigue impartiendo clases de Kung-fu. Wu- shu en Astorga donde también han impartido cursos de defensa personal a la Policía Local, un oficio de doctrina que comparte con sus entrenamientos constantes en los gimnasios para seguir haciendo que su fuerza los coloque en los primeros puestos a nivel mundial, como les sucede actualmente y sumando su nombre al libro de récords Guiness.
Al Bierzo los une mucho más que este evento por el que sienten un cariño especial, hasta tal punto que, recuerda Bily, tuvieron que pedir a un familiar que aplazase un bautizo para poder compartir con los bercianos esa tarde en Narayola. Pero a la comarca llegaron en los años 90, cuando comenzaron a dar clases de kung-fu en Bembibre, en el Gimnasio Pretoria, recuerda Bily.
De ahí pasaron a Almázcara, a Brañuelas o incluso al pueblo de La Silva y Monte Alegre o La Granja de San Vicente.
Aquí han dejado grandes amistades y no descartan volver a lo que consideran su casa para enseñar sus nuevos números que dejan boquiabiertos a los espectadores «hay que vivirlo para sentir lo que pasa en uno de nuestros espectáculos», recomienda Bily.
El padre de la saga de forzudos, Luis Jiménez lleva ya 44 años cumpliendo récords de fuerza. Bily lleva 18 (ahora tiene 42) y su hermana Sandrá cumple 34 años y media vida al lado de esa genética de fuerza que le hace ser cinturón negro primer Dan y ser capaz de arrastrar camiones de 12 toneladas con la fuerza de su cuello.
Luis Jiménez empezó a practicar Kung-Fu en 1972 y es cinturón negro Sexto DAN. Sus logros han sido reconocidos y no dejan de llamar la atención al escucharlos: Arrastra un autobús con el pelo, columpia a un niño con la misma fuerza de sus cabellos, soporta el impacto de cinco tejas sobre su cabeza, mueve una furgoneta con la perilla, mantiene la nuca y los talones sobre dos sillas. Su hijo rompe bolas de cañón, también piedras de 250 kilos sobre los genitales.
Y la saga continúa ya en la tercera línea, con nietos e incluso biznietos ya que siguen dejando claro que lo de los Jiménez es cuestión de genética.
Apunta Bily que la cita en Narayola incluirá sorpresas, porque este año están de celebración. Esas dos décadas serán aplaudidas en las fiestas de su Astorga natal, donde recibirán un homenaje al que responderán con uno de sus récords más llamativos.
Actualmente la familia Jiménez sigue impartiendo clases de Kung-fu. Wu- shu en Astorga donde también han impartido cursos de defensa personal a la Policía Local, un oficio de doctrina que comparte con sus entrenamientos constantes en los gimnasios para seguir haciendo que su fuerza los coloque en los primeros puestos a nivel mundial, como les sucede actualmente y sumando su nombre al libro de récords Guiness.