Y es que, a partir de la jornada 10 frente al Albacete, fue siempre titular durante 10 jornadas consecutivas, rindiendo a gran nivel en el centro de la zaga. Sin embargo, en el tramo final del choque en Oviedo, sufría una lesión muscular que le ha tenido más de mes y medio KO.
Una rotura muscular en el bíceps femoral de su pierna izquierda fue el diagnóstico de la dolencia sufrida en aquel ya lejano 23 de diciembre de 2017, que le ha hecho perderse seis partidos de liga y que ahora por fin empieza ya a olvidar.
Porque, si a finales de la semana pasada ya saltó al césped junto a sus compañeros para hacer diferentes ejercicios, en la sesión de entrenamiento de este lunes se ejercitó por primera vez al mismo ritmo que el resto de la plantilla, por lo que estará listo para reaparecer frente al Rayo Vallecano si así lo desea De la Barrera.
Un importante refuerzo invernal para intentar frenar la sangría defensiva que siguen sufriendo los leoneses, que en Huesca sólo recibieron un gol por la sensacional actuación de Palatsí pero vieron cómo el rival tenía numerosas claras ocasiones para marcar.
Aún así, Unai tendrá que volver a recuperar el tono físico antes de entrar en un once en cuyo centro de la defensa el técnico ha convertido en fijo desde su llegada a David García, cambiando como su acompañante de Zuiverloon a Iván González en Huesca, donde ambos estuvieron a buen nivel pese al tono gris general del equipo blanco.