La copia de lo robado: el regreso del Grial masón

La ermita de Robledo de Omaña sufrió un robo en 2018 y se llevaron una piedra grabada de gran valor simbólico, según el investigador David Gustavo López. La piedra sigue desaparecida pero la Escuela Taller de Cantería ha realizado ‘un duplicado’ y ya lo han colocado en la expoliada ermita

Fulgencio Fernández
25/06/2021
 Actualizado a 25/06/2021
Reproducción de la piedra grabada realizada en la Escuela Taller en base a las fotos existentes y que ya se ha repuesto a la ermita. | DAVID GUSTAVO LÓPEZ
Reproducción de la piedra grabada realizada en la Escuela Taller en base a las fotos existentes y que ya se ha repuesto a la ermita. | DAVID GUSTAVO LÓPEZ
Una de esas por desgracia habituales noticias de robos en elpatrimonio nos llevó en 2018 hasta la ermita de un particular en Robledo de Omaña, que ciertamente estaba abandonada pero de la que se llevaron precisamente una piedra grabada que había sido la base de un interesante trabajo de investigación —y un libro posterior— de David Gustavo López. El hallazgo de este inquieto investigador era, en resumen, que «me llamó la atención un relieve situado en la piedra clave del arco de la puerta, aunque en ese momento no acerté a interpretarlo. Pero ya en casa, con las fotografía tomadas y estudiando en profundidad el asunto documenté que se trataba de un símbolo masónico y una representación del Grial».

Eran los tiempos en los que el Grial estaba de actualidad pero David Gustavo López no entraba en ese debate, sino en la explicación de los hallazgos. «Lo importante es que se trata de un símbolo la Masonería, que formó y forma parte de la historia, incluso de la leonesa, y por lo tanto está ahí, como un capítulo más, precisamente poco estudiado por esos tabúes. El Grial es otra cosa, una reliquia deseada en todos los tiempos que, si existió, difícilmente habrá llegado hasta nosotros. Distinta es la literatura legendaria que se ha creado a su alrededor y los sueños que ha despertado. Carl Gustav Jung escribió de él: ‘La leyenda del Grial ha estado siempre en contacto con las capas más profundas de la psique humana’».

Ése era el hallazgo, no estudiado antes pues solo Francisco de Cadenas había escrito algo de aquel símbolo y lo reducía a él como «una suerte de adorno», y pocos meses después lo robaron. La cara positiva de la noticia es que aquellas fotos que tomó David Gustavo López y toda la documentación han servido para realizar una copia exacta que ya ha sido colocada en el mismo lugar donde había sido robada.

La asociación Pro Monumenta, de la que David Gustavo López es directivo, daba la buena nueva mediante un comunicado en el que explicaba cómo ha sido posible la recuperación del símbolo. «Pro Monumenta, por mediación del socio de esta asociación Anselmo Reguera, realizó entonces unas gestiones con la Escuela Taller Municipal de Cantería, situada en Puente Castro, y consiguió que dicha escuela se comprometiera a realizar un duplicado de la piedra robada, tomando como referencia una fotografía de nuestro compañero David Gustavo López».

Así se hizo y ya está la piedra colocada en el arco donde estuviera la original. «Terminada la reproducción, la propia Escuela Taller se ha encargado de colocar la piedra en el lugar donde antes se hallaba, la clave del arco de la puerta de acceso a la ermita, operación que no resultó nada fácil pues todas las piedras del arco se habían desencajado».

Y una vez recuperado el símbolo y la puerta también vuelve a cobrar validez otra de las facetas de la investigación llevada a cabo por David Gustavo López en base a lo que él llamaba una curiosa orientación, que explicaba cuando presentó el citado libro: ‘La Clave del Grial: El Enigma de Omaña’: «En esta extraña orientación sí podría haber un punto de conexión con el supuesto Santo Grial de San Isidoro. Casi seguro que se trata de una casualidad como tantas otras que se dan en los estudios de arqueoastronomía. La ermita está orientada de tal modo que la recta que une el relieve de la clave del grabado de la puerta con el punto por donde aparece el Sol en el día del solsticio de invierno nos da la clave del lugar donde se halla el Grial. Es la doble clave que me sirvió para titular el libro. Pero, ¿cómo sabía el supuesto masón que construyó su templo en este recóndito lugar de Omaña dónde estaba el Grial? Insisto en mi creencia de que se trata de una casualidad. Pero así nacen los mitos».

Y es que López insistía en que lo que pretendía era hacer más preguntas que dar respuestas.

La Escuela Taller también ha repuesto otra piedra desaparecida, en el arco del altar, y en la que figuraba la fecha de su construcción: 1723.

Y la última ‘cara positiva’ de esta historia es que los dueños de la ermita se han ilusionado con ella al conocer esta historia y han mostrado interés en restaurarla.
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