La Ciberbotillada del talento y la amistad

Por Valentín Carrera

29/01/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Ciberbotillada celebrada en La Moncloa. | VALENTÍN CARRERA
Ciberbotillada celebrada en La Moncloa. | VALENTÍN CARRERA
Llego a Cacabelos y encuentro a Vitín: vivimos en la misma ciudad, donde no nos vemos, y venimos a tomar potes a Cacabelos, manda carallo, quién lo diría, qué derroche de bodegas, de hospitalidad y de buena gente.
—Nos conocimos en la primera Ciberbotillada, hace diez años –cuenta Vitín a la pandilla, reunidos en la plaza del vendimiador estreñido–; no teníamos donde dormir y Valentín, que no nos conocía, dijo: «Yo marcho temprano y os dejo mi habitación». Cama caliente, ¿te acuerdas?

De ese detalle, no; pero recuerdo la alegría y los abrazos de aquella primera Ciberbotillada que petó La Moncloa, y desde entonces, año tras año, esta fiesta original ha ido creciendo, derramando amistad por los cuatro costados.
Me parece bien que los ayuntamientos hagan festivales, como el de Bembibre, donde he sido pregonero con orgullo, y que estas semanas previas a la Cuaresma, en El Bierzo se ponga botillo hasta para comulgar, pero no deja de ser su obligación, promocionar el botillo. Sin embargo, la Ciberbotillada es fruto de la generosidad y el talento.

Es la iniciativa de un emprendedor berciano, de Toreno, por más señas, por su cuenta y riesgo, arriesgando tiempo, energía y pelas para crear un evento que fideliza cada año en las redes a varios miles de fans: ¡¡la Ciberbotillada!!
El inventor es el periodista Juanma González Colinas, a quien todos queremos cariñosamente como El Plumilla del Bierzo, comunicador de prestigio nacional, que asesora a clientes de alto nivel y todo lo hace con sencillez y humildad. La humildad del talento. La sencillez de esta Ciberbotillada que empezó siendo un juego y pasea ya el nombre del Bierzo, como una esbelta cometa, por los recantos de la larga cola [Trending Topic el 20/1/18]. Gracias al Plumilla y a su Ciberbotillada, Internet sabe a pimentón y huele a humo de sarmientos y encina.

Empezamos siendo unos pocos, cerrando Cacabelos al alba, ¿te acuerdas, Vitín?, y la semana pasada éramos más de 150 comensales en el salón noble de La Moncloa, donde se agolpan los recuerdos y se potencian las emociones. CiberbotillAda emocional. El Bierzo a flor de piel.

A flor de boca, la cata de tés maridados con quesos, con la que Pharmadus nos dio la bienvenida. Una veintena de expertos catadores degustamos tres tés de lateteraazul y tres quesos artesanales de Praizal, guiados por el gran Herminio García Corral, cuya sensibilidad te hace sentir siempre como un rey. Herminio sabe mucho de tés, lo sabe todo, y lo enseña con arte salmantino: un lujo aprender con él, de su mano descubrir, saborear, sentir. Explosiva en el paladar la mezcla de té con chocolate derritiendo un queso fresco de oveja. Intensa la sensación, casi erótica (o sin casi, qué coño) de un queso semicurado con un chai de la India, si te lo cuento, no lo crees. Y mágica, persistente en las pituitarias del alma, la ola de sabor de un queso Cúmulo, madurado con mohos, casado con un Spanish chai. No todo iba a ser vino en el gozoso finde que se avecinaba…

Lo de Pharmadus y su tetera azul es purito talento, y la energía de la super hada Beatriz Escudero, que andaba por la botillada cibernética sembrándonos la vida de sonrisas. Talento emprendedor, el que derrocha la verdadera hada madrina de la CiberbotillAda Prada, que ha convertido La Moncloa de San Lázaro en un punto de encuentro mítico. Lo saben bien los 150 ciberbotilleiros y todos los que pasan por allí cada día… y vuelven. Volvemos siempre, año tras año, solo por el placer de sentirnos en casa.

Talento derrochado también entre los comensales: paré un minuto a contar y, entre la peña ciberbotillítica, había más de diez colegas de Bierzo Innova y Emprende, verdaderas «Semillas para El Bierzo»: Alberto Tascón con sus Cerezas Internacionales del Bierzo, Joaquín con los quesos Veigadarte, Salvi Design y Juanma G. Colinas diseñando bebés; Ada y Álvaro obligándonos a descargar la innovadora app de La Moncloa («el primer hotel inteligente del Bierzo») para pedir más vino y más botillo; Alejandro Zabaleta, territorio Hunger, informando con su espectacular GO!, guía leonesa del ocio; Bierzo Natura poniendo un divertido hinchable para bajar la comida… y muchos más que no me caben en el párrafo, instagramers, comunicadores o entusiastas del Bierzo anónimos que, cada año, marcan la Ciberbotillada en su calendario como quien pone el cumpleaños de la primera novia: 30 de noviembre, San Andrés. 20 de enero, Cacabelos.

Hubo música, regalos, risas y amistad: el lujo de compartir mesa con el decano de los periodistas ponferradinos, Toño Criado, y una peña entusiasta: a mi izquierda, dos adeptos a la secta del botillo, llegados desde Málaga y Santander; a mi derecha, un rayo de luz desde el planeta Saturno; y enfrente, la embajadora de Hornija, “por encima de Corullón”. A los postres, Jacinto De Vicio nos agasajó con una botella de brandy Ximénez-Espínola envejecido en Jerez, en barrica de madera berciana. Emprendimiento berciano sin fronteras.

Por haber, hubo hasta una partida de futbolín contra Vitín y su inseparable Jacobo, y les hicimos pasar por debajo de la mesa, ellos a nosotros; pero no hay mejor placer que perder jugando con los amigos, dejarles la cama caliente o compartir su copa, y ganarse la revancha en besos y abrazos. Si ocurre en Cacabelos y empiezan a pintar las mimosas a las orillas del Cúa, no tengan dudas: es la Ciberbotillada Emocional. ¡Arriba las ramas!
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