La Catedral de Astorga

Nada menos que 550 años ha cumplido ya la Catedral de Astorga –una inscripción dejó constancia de la colocación de su primera piedra el 16 de agosto de 1471–, que está dedicada a Santa María; y un aniversario tan redondo bien merecía una visita antes de que acabara el 2021, ¿no te parece?

Cinco siglos y medio han pasado, digo, desde que comenzó a levantarse el templo actual, que catedrales ha tenido otras antes; de hecho, esta se edificó sobre una románica preexistente. Y no es de extrañar, pues Astorga es de las diócesis más antiguas de la península; y, por ello –por cierto–, su catedral ostenta desde tiempo inmemorial el título de ‘Apostólica’. Desde aquella primera piedra, la construcción se fue prolongando a lo largo de los siglos e incorporando elementos de distintos estilos, desde el Gótico hasta el Neoclasicismo.

Destaca, desde luego, su fachada principal barroca, de principios del siglo XVIII, flanqueada por dos torres gemelas; y, en el interior, es obligado detenerse un ratín ante el retablo de la capilla Mayor, una de las obras cumbres del Renacimiento español, realizado por Gaspar Becerra a mediados del siglo XVI. Pero, además, al recorrer el templo, descubrirás –estoy seguro– distintos rincones que, por unos u otros motivos, te llamarán la atención. En la capilla de San Juan Bautista, por ejemplo, reposan los restos de las tres enfermeras mártires de Astorga, beatificadas en la propia catedral el 29 de mayo de este mismo año.

En el museo, por su parte, es difícil no embobarse entre casullas, dalmáticas, mitras, cruces procesionales, arquetas, relicarios, frontales de altar, imágenes, tablas pintadas…; así que tómate tu tiempo…

Y si, cuando marches, sientes cierta ‘necesidad’ de volver, piensa que no solo te pasa a ti… Yo ya estoy mirando cuándo puedo acercarme a una visita nocturna. Precisamente comenzaron a realizarse en verano con motivo del 550 aniversario pero, por hache o por be, todavía no he podido asistir. A ver si en estos días se me ‘arregla’…