- Hablando de sombras, ¿porqué la has titulado ‘Donde la sombra no crece’?
- El título viene de uno de los primeros escritos que hacen referencia a la zona, es un escrito del cenobita San Valerio, discípulo de San Fructuoso, quienes fundaron el monasterio allá por el siglo VII. En ese escrito describía el emplazamiento que habían elegido con estas palabra: «Es un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos. Cierto es que está vallado por montes gigantescos, pero no por ello creas que es lóbrego y sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de verdor primaveral…».
Este lugar parecido al Edén está vinculado al retiro, al silencio, los cenobios... «Cierto, siempre ha estado unido a palabras evocan aquel ansia de alejamiento y comunión con la naturaleza que buscaban los monjes en aquel entonces. Y llevaba razón el bueno de San Valerio, pocos lugares conozco con una localización y un entorno tan singular como el monasterio citado, parece el escenario buscado por el pintor de iconos Andréi Rublev o el lugar en donde impartía doctrina y ascetismo Francisco, Juglar de Dios. No es que me esté volviendo místico, aunque en estos momentos que estamos pasando todos hemos mirado un poco más en nuestro interior. Son referencias, como ves, más vinculadas al mundo del cine clásico que tanto aprecio, en este caso a Tarkovsky y Rossellini».Reconoce Vega que siempre le había atraído este rincón, este valle de Valdueza y sus pueblos, pero «para esta exposición no lo elegí yo,me eligió él a mí. Con motivo de la restauración del monasterio, subí en unas cuantas ocasiones, en alguna de ellas en compañía de Eloy Algorri,arquitecto de la obra. De ahí surgió la idea de hacer un pequeño homenaje no al monasterio, que no lo necesita, sino a las gentes que viven allí, en aquel lugar tan apartado. No hablamos de veraneantes, sino de personas que viven allí arriba de continuo, familias, pastores, gente mayor».
Muestra el fotógrafo su reconocimiento y agradecimiento a estas gentes, que le dejaron trabajar, fotografiarlos. «Especialmente colaboradora se mostró Sara, que regenta junto a su familia en Montes la conocida Cantina de Sara desde hace años. Hacer mención también a don Antolín de Cela, párroco de La Encina y de aquellas aldeas que se personó en uno de los días en los que anduve por allí, gran persona, gran conversador, muy querido por aquellas tierras».
‘Donde la sombra no crece’ contiene veinte fotografías, la mayor parte de ellas son retratos en color de los habitantes de la aldea, a los que Vega agradecía su colaboración, que no son todos pues, explica, «alguno de ellos declinó la oferta, pero considero que las gentes que salen dan una idea certera sobre la vida actual que sigue teniendo Montes, ellos han cogido el relevo de aquella congregación y se muestran orgullosos de lo que tienen y del lugar que habitan».
La muestra, que se inaugura este jueves a las seis de la tarde, forma parte del conjunto de actividades culturales del proyecto ‘La Tebaida y su Medio Rural’ que la Cátedra de Territorios Sostenibles y Desarrollo Local que la UNED está llevando a cabo con el patrocinio del Ayuntamiento de Ponferrada y la colaboración de la Junta de Castilla y León, el Obispado de Astorga y la Fundación Hospital de la Reina.