La gala, con formato de concierto, se desarrolló en Baden-Baden, al suroeste de Alemania, en la frontera con Francia. Una ciudad conocida por sus balnearios y por su festival musical de verano. Esta espléndida grabación tuvo lugar en julio de 2016. Como cabeza de cartel, en mayúsculas, el alemán Jonas Kaufmann (Múnich, 1968). El versátil tenor con timbre de barítono y porte de galán de cine sigue superando retos. No hay repertorio que se le resista: del delicado romanticismo francés a los dramas pesados de Wagner y el exigente verismo, sabe desenvolverse en casi cualquier estilo, siempre con ese color oscuro, su inteligencia musical y, no menos importante, su veracidad como actor.
Una de las compañeras más habituales de Kaufmann es su compatriota Anja Harteros (Bergneustadt, 1972), ganadora del premio BBC Singer of the World en 1999. Estrella de las óperas de París, Zurich o Viena, donde se ha ganado prestigio como soprano verdiana, el pasado verano hizo historia como una inolvidable Arabella en Múnich. La capital bávara ha presenciado importantes éxitos de la dupla Kaufmann-Harteros en los últimos años: Andrea Chénier, La forza del destino… en Salzburgo compartieron un insuperable Don Carlo dirigido por Antonio Pappano.Aquí será el italiano Marco Armiliato el que lleve la batuta de la Orquesta Estatal de Baden (Badische Staatskapelle). El vertiginoso vals de ‘Fausto’, de Gounod, el pasaje de ballet de ‘Aida’ o el delicado Intermezzo de ‘Cavalleria rusticana’ ponen el listón muy alto. Pero en este concierto los focos se dirigen a los cuatro solistas, que desgranan arias y dúos de algunos de nuestros títulos favoritos: Tosca, de Puccini, Carmen, de Bizet, Otello, de Verdi…
Junto a Kaufmann y Harteros, dos rostros que nos resultarán familiares: la versátil mezzosoprano rusa Ekaterina Gubanova, a la que ya conocimos en temporadas anteriores con ‘I puritani’, ‘Norma’ y ‘Don Carlo’, como una imbatible princesa de Éboli. Y Bryn Terfel, poderoso bajo-barítono galés (Pant Glas, 1965), casi dos metros de estatura, carisma y calidad tímbrica. Comenzó en los roles ligeros de Mozart (Fígaro, Leporello), pero La Scala, la Royal Opera o el MET se lo disputan como Boris Godunov, el Holandés Errante y hasta un majestuoso Wotan.