Ignacio Brasa: "Componer para el cine ha sido una grata experiencia"

El compositor y pianista leonés ha logrado recientemente el primer premio del Concurso Internacional de Composición de Sofía, en Bulgaria, que se suma al premio del Concurso de Composición ‘Jean Sibelius’, en Finlandia, y una mención especial en un certamen vienés

Joaquín Revuelta
26/02/2020
 Actualizado a 26/02/2020
El pianista, docente y compositor leonés Ignacio Brasa. | JUAN LUIS GARCÍA
El pianista, docente y compositor leonés Ignacio Brasa. | JUAN LUIS GARCÍA
Son ya varios los reconocimientos internacionales logrados por el compositor y pianista leonés Ignacio Brasa, el último de ellos el cosechado en el Concurso Internacional de Composición de Sofía, que se suma al que consiguió en 2015 en el Concurso de Composición Jean Sibelius en Finlandia con la obra ‘Fado-Gestalt’. En esta ocasión la pieza premiada en la capital búlgara lleva por título ‘A Secret Room’.  

El músico leonés reconoce que no son tantos los certámenes internacionales a los que se ha presentado, pero ha tenido la suerte de ser distinguido en el caso de los celebrados en Bulgaria y Finlandia, a los que hay que añadir –apunta– una mención especial en otro concurso en Viena que tuvo lugar en 2019. «Esas son las tres distinciones más importantes a nivel internacional que tengo», asegura el pianista y compositor, que actualmente desarrolla su actividad profesional en Ponferrada. Por suerte, el premio finlandés le reportó, además de una importante cuantía económica, 10.000 euros, el encargo de varios trabajos que le mantuvieron ocupado unos años desde 2015. «En lugar de seguir presentándome a concursos me dediqué a componer por encargo las obras que iban saliendo», reconoce Brasa, para quien algunos de estos reconocimientos, como es el caso del premio finlandés, conlleva que después intérpretes o conjuntos soliciten obras al compositor galardonado. «Como consecuencia del premio Jean Sibelius me pidieron obras para ser estrenadas en la Fundación Juan March de Madrid o en el Palau de la Música de Barcelona», destaca este músico que hasta los 16 años centró su vocación en las artes plásticas cursando estudios en la Escuela de Arte, hasta que descubrió que lo que le colmaba era la música, por lo que decidió formarse en las Universidades de Salamanca, Londres y Southampton, donde obtuvo el Doctorado en Composición bajo la supervisión de Michael Finnissy.

De la obra ganadora en el Concurso Internacional de Composición de Sofía, ‘A Secret Room’, Ignacio Brasa destaca que «es una pieza para orquesta de cuerda con un cuarteto de cuerda solista. La composición está pensada en el sentido de establecer una especie de diálogo entre el cuarteto solista y la orquesta de cuerda. Hay momentos en los que se funden y otros en los que hay un contraste, un protagonismo del cuarteto dependiendo de la parte de la obra que sea. Luego ya, desde el punto de vista de la armonía, hay momentos que son más densos y otros que son más tonales. Es un lenguaje que va variando, no es monótono por así decir».

Sobre el concurso en sí, el leonés comenta que lleva varias ediciones celebrándose y está organizado por una orquesta de cámara de Sofía (Bulgaria). «Es un concurso internacional abierto a músicos de todo el mundo, aunque existe un límite de edad», sostiene el autor, que recuerda el jurado lo integraban compositores, directores de orquesta e intérpretes de diversos países. «Es un jurado variado, supongo que pensando en evaluar también los aspectos prácticos de ahora; es decir, que se pudiera tocar bien y que tuviera un cierto interés musical».

Comenta que desde hace un tiempo ejerce su actividad docente en Ponferrada. «El año en que me dieron el premio en Finlandia aprobé las oposiciones en Castilla-La Mancha y estuve allí cuatro años. Solicité el traslado a Ponferrada y me lo concedieron este año», comenta Ignacio Brasa, que imparte clases de piano y de música de cámara pero no de composición porque –argumenta– «en los conservatorios medios y profesionales que existen en las ciudades pequeñas no hay especialidad de composición como tal sino un itinerario que se puede cursar en los dos últimos años de las enseñanzas medias. Pienso que hay mucha más gente que muestra mayor interés por los instrumentos que por la composición. Suele salir gente pero mucha menos que de piano, que es un instrumento muy popular, como igualmente lo es el violín».

Ignacio Brasa confiesa que el tiempo que dedica a la composición depende de lo que tenga entre manos. «Al ser pianista también estudio, preparo mi repertorio y las clases, que me lleva su tiempo. Sobre todo compongo en verano, aunque este año también lo he hecho en fines de semana y entre semana. A lo largo del año pueden salir varias obras, algunas de encargo y otras que responden a una convocatoria, como ha sido el caso de la composición que ha sido premiada en Sofía».

El compositor leonés se mueve fundamentalmente dentro de la llamada música culta, tanto clásica como contemporánea, si bien de forma ocasional ha tenido oportunidad de hacer alguna colaboración en la música aplicada a la imagen, como fue el hecho de componer para una película muda de finales de los años 20. «Improvisé y compuse varios temas como imitando música del pasado. Era una película sobre balleneros muy bien rodada y que se desarrollaba, creo recordar, en Massachusetts», indica Brasa, que reconoce encuentra muy estimulante este tipo de composición. «Fue una experiencia buenísima por muchas razones. Lo primero porque era mucho tiempo de música y tenía muy poco tiempo para apuntalar eso que tenía que hacer. Tuve que recurrir a la improvisación, que es algo que me gusta mucho también, y es un terreno que me interesa bastante, la verdad».

En León la pianista Belén Ordóñez estrenó hace años una composición suya en el Auditorio Ciudad de León y él mismo hizo lo propio con una pieza para piano en el Auditorio Ángel Barja del Conservatorio Profesional de Música.  «Aquí en León, la verdad, no ha habido más estrenos de mis obras», asegura el pianista y compositor, que confiesa que en la actualidad no está componiendo nada. «Esto va por rachas. Hay veces que me centro un poco más en la interpretación, en preparar repertorio, y momentos en que me centro más en la composición. Ahora mismo no tengo nada entre manos, pero no creo que tarde mucho en empezar algo por ahí», concluye.
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