La Ponferradina ha apostado fuerte por este joven talento (22 años) y en Astorga tendrá la oportunidad de reengancharse al objetivo de llegar a la élite, camino que parecía tener cerca cuando debutó en Segunda B con 16 años o con el primer equipo del Deportivo de la Coruña con 17 pero que se truncó después de una mala experiencia en Ucrania y una crisis personal que le hizo pasar con más pena que gloria por Caudal ySomozas en la categoría de bronce hasta el punto de pensar la opción de dejar el fútbol.
Tocó fondo y decidió empezar de cero en Verín en Preferente, siendo pieza clave del ascenso del conjunto gallego a la Tercera División, donde este año ha brillado anotando siete goles en la primera vuelta de la liga.
Ahora llega a Astorga centrado y convencido de que puede ser su última oportunidad de llegar a lo más alto. Pendiente de su evolución estará la Ponferradina, que dependiendo de su rendimiento se ha garantizado la opción de renovarle por dos temporadas más y hacerle subir un escalón más. Además, en caso de que eso ocurra, el Verín se llevaría una compensación económica y un porcentaje de un futuro traspaso, muestra de la confianza que se guarda en ambas partes en el futuro del jugador. El jugador firmaba ayer a última hora el contrato que le unirá a la entidad maragata hasta final de temporada y podría debutar ante el Celta B.
Juampa Barros, el siguiente
Con Beceiro ya cerrado, el siguiente jugador en llegar al Astorga será Juampa Barros. Bonaerense de nacimiento, llegó a Galicia muy joven y este verano llamó la atención del Racing de Ferrol al despuntar en la Tercera gallega. Con posibilidad de jugar por las dos bandas, Barros destaca por su gran descaro, velocidad, regate y lanzamiento a portería, perfil buscado por Paulino para sumar a su equipo.
El extremo llega también cedido desde la Ponferradina, que se ha hecho con sus servicios tras desvincularse del Racing de Ferrol, que se asegura una opción de repescarlo al final de la temporada.