Hartos de olvidos, Correcillas instala su propio repetidor

La Junta Vecinal ha instalado un repetidor que permite a los vecinos tener cobertura, ya que ninguna compañía de telefonía ofrecía soluciones

Fulgencio Fernández
14/12/2021
 Actualizado a 14/12/2021
En lo más alto del pueblo puede observarse el nuevo repetidor. | J.V. CORRECILLAS
En lo más alto del pueblo puede observarse el nuevo repetidor. | J.V. CORRECILLAS
Desde la Junta Vecinal de Correcillas son contundentes al explicar la situación que vivían en el pueblo: «Nuestro problema era de primer orden. Ninguna de las compañías telefónicas se comprometía y aportaba solución alguna a la escasez o nula cobertura existente en todo el pueblo». Mientras, por otra parte, recuerdan cómo «de manera diaria aparecen titulares enfocados hacia la digitalización de las zonas rurales, olvidando que en muchas de ellas no es posible nidigitalizar ni utilizar tecnologías basadas en el 3G o 4G sin antes dotar de un simple repetidor de telefonía móvil para redireccionar la señal hacia donde debe de dirigirse».

Cansados de la situación los vecinos de Correcillas aprobaron en Concejo la propuesta de la Junta Vecinal para «destinar la financiación obtenida en los planes de Juntas Vecinales 2021 para pequeñas obras, de la Diputación, a la instalación de este repetidor así como completar esta ayuda con la partida económica necesaria de recursos propios de la Junta Vecinal hasta completar el coste total de la obra (más de 10.000 euros)».

El problema era tan grave que incluso algún vecino intentó a título particular solicitar el alta a través de la línea convencional del teléfono fijo pero «las compañías declinaban la realización de nuevas acometidas utilizando el hilo de cobre ya existente».

Y así los vecinos no podían utilizar los móviles, enviar un WhatsApp, correo electrónico y, por supuesto, realizar trámites burocráticos o bancarios; «con lo que esto complica la vida», especialmente en verano cuando muchos jóvenes acuden al pueblo en vacaciones. Ahora ya es una realidad y pueden disfrutar de cobertura 2G y 3G. «Al fin, ya podremos dejar de tener que ir hasta un punto cercano al cementerio, en lo alto del pueblo, al que llamábamos la ‘zona Wi-fi’ porque en ese lugar concreto entraba ‘una raya de cobertura’... Había cola para usarlo»; como en las antiguas centralitas de teléfono público.
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