Algunas piezas de esa exposición se han presentado en la galería de arte Ármaga para deleite de quien desee contemplarlas. Muchas de las piezas son iconos para los leoneses, como la subida del pendón que el Ayuntamiento de León adquirió y se encuentra en San Marcelo y del que un grupo empresarial mexicano hizo una copia en grande, no muy afortunada, situada en las inmediaciones del Auditorio.

Acerca de Miguel de Iribertegui son muchas las personas que han comentado sus obra. Antonio Barreñada, otro de sus alumnos, en el catálogo de la exposición de Palat del Rey en 2010 dejó escrito acerca de esas piezas tan leonesas que presenta y se corresponden con «lo más identitario leonés, en esos grupos que integran su Belén: pastores de los nuestros puertos, vegas y oteros, las mañas de los aluches, el pendón concejil o el juego popular y tradicional de la socatira, unión de la lucha por la vida y la alegría en el juego (Iribertegui no la presenta como grupo en tensión, sino en total equilibrio), a la vez, tan leonés como vascón, tan autóctono como universal». Otro autor que ha hablado acerca de la obra de Iribertegui es el escultor leonés Amancio González que dice que Iribertegui «utilizó sus obras como una herramienta poética, logrando esa galería tan variada con tipos y códigos estéticos de enorme plasticidad».
Junto con las piezas de Miguel de Iribertegui cuelgan en las paredes de la sala obra gráfica de algunos autores conocidos de la galería Ármaga, destacando las piezas de Alejandro Vargas, Luis G. Zurdo, Modesto Llamas, Castorina, Manuel Jular, Mestre, Febrero, Escanciano, Teresa Gancedo, Amancio González, Reme Remedios, Elías G. Benavides Esteban Tranche y Gloria Alcahud.
Son obras que combinan perfectamente con las esculturas del dominico, llenando la sala de luz y de color ante el bronce de las piezas que se distribuyen a lo largo de todo el espacio.
La exposición seguirá en la sala hasta el día 27 de enero y es interesante visitarla para ver la obra tanto de Iribertegui como de resto de autores gráficos.