Gonzalo Blanco: "Iribertegui no concibe al ser humano en soledad"

Un conjunto de esculturas del dominico Miguel de Iribertegui se complementa con obra gráfica de varios conocidos artistas leoneses en la exposición de Ármaga ‘Tiempo de manzanas’

Vicente García
18/01/2020
 Actualizado a 18/01/2020
Gonzalo Blanco y un grupo de autores de obra gráfica. | VICENTE GARCÍA
Gonzalo Blanco y un grupo de autores de obra gráfica. | VICENTE GARCÍA
Fue a finales del año 2010 cuando se celebró la primera exposición de un artista que nunca quiso, por humildad, exponer su obra en vida. Y la obra era magnífica, esculturas de todo tipo en bronce, barro o madera, poemas y un sinfín de piezas creativas que dejó tras de sí fray Miguel de Iribertegui, dominico que pasó parte de sus últimos años en la Virgen del Camino dirigiendo su escolanía.

Algunas piezas de esa exposición se han presentado en la galería de arte Ármaga para deleite de quien desee contemplarlas. Muchas de las piezas son iconos para los leoneses, como la subida del pendón que el Ayuntamiento de León adquirió y se encuentra en San Marcelo y del que un grupo empresarial mexicano hizo una copia en grande, no muy afortunada, situada en las inmediaciones del Auditorio.

Su alumno, Gonzalo Blanco, se ha dedicado, junto con las galeristas Asun y Marga de Ármaga, así como los poderes eclesiásticos, a compilar su obra y ponerla en valor ante el público leonés y de otros lugares más distantes. En la inauguración de la exposición Gonzalo Blanco hizo una presentación de la obra del dominico que tantos alumnos tuvo en su etapa como profesor destacando la fuerza y el valor de sus piezas, esos temas que tocaba, sobre todo la utilización de los grupos, tanto en juegos o costumbres tradicionales leoneses, escolanías, belenes, grupos de ángeles y demás motivos propios de sus esculturas. Gonzalo Blanco comentaba: «El lenguaje escultórico de Iribertegui cuida hasta la obsesión el factor humano: la belleza de las formas, los gestos, la pulcritud de rostros, las posturas de las manos, la sencillez y vistosidad de los ropajes, etc. Y predomina en toda su obra el valor del grupo. Iribertegui no concibe al ser humano en soledad. Está frecuentemente en sus creaciones, rodeado, agrupado. Conjuntos familiares, grupos de monjes, grupos de cantores, el esfuerzo en equipo de la socatira, el izado de pendones... traen siempre a un primer plano el valor de la complicidad, de la comunión». Son piezas en bronce en las que lo mismo coloca un grupo de ovejas, con o sin pastor, como de competidores en lucha leonesa. La obra de Iribertegui es muy amplia y variada, aunque la sala solamente recoge una parte de esa obra.

Acerca de Miguel de Iribertegui son muchas las personas que han comentado sus obra. Antonio Barreñada, otro de sus alumnos, en el catálogo de la exposición de Palat del Rey en 2010 dejó escrito acerca de esas piezas tan leonesas que presenta y se corresponden con «lo más identitario leonés, en esos grupos que integran su Belén: pastores de los nuestros puertos, vegas y oteros, las mañas de los aluches, el pendón concejil o el juego popular y tradicional de la socatira, unión de la lucha por la vida y la alegría en el juego (Iribertegui no la presenta como grupo en tensión, sino en total equilibrio), a la vez, tan leonés como vascón, tan autóctono como universal». Otro autor que ha hablado acerca de la obra de Iribertegui es el escultor leonés Amancio González que dice que Iribertegui «utilizó sus obras como una herramienta poética, logrando esa galería tan variada con tipos y códigos estéticos de enorme plasticidad».

Junto con las piezas de Miguel de Iribertegui cuelgan en las paredes de la sala obra gráfica de algunos autores conocidos de la galería Ármaga, destacando las piezas de Alejandro Vargas, Luis G. Zurdo, Modesto Llamas, Castorina, Manuel Jular, Mestre, Febrero, Escanciano, Teresa Gancedo, Amancio González, Reme Remedios, Elías G. Benavides Esteban Tranche y Gloria Alcahud.

Son obras que combinan perfectamente con las esculturas del dominico, llenando la sala de luz y de color ante el bronce de las piezas que se distribuyen a lo largo de todo el espacio.

La exposición seguirá en la sala hasta el día 27 de enero y es interesante visitarla para ver la obra tanto de Iribertegui como de resto de autores gráficos.
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