01/04/2022
 Actualizado a 01/04/2022
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El palentino Gerardo Dueñas Merino es uno de los nombres propios de esta semana, después de que Vox haya comunicado que ha sido propuesto para el cargo de Consejero de Agricultura, en el Gobierno de coalición de la Junta de Castilla y León, que presidirá Alfonso Fernández Mañueco. Bien me parece que haya un consejero de Agricultura con formación de ingeniero agrónomo, pues el último en reunir este requisito, Fernando Zamácola, ejerció ya a finales de los años ochenta del pasado siglo, y hombre, a un agrónomo se le presupone que algo sabe de agronomía. Bien me parece también que haya llegado a un alto cargo sin pasar por la cantera de las formaciones políticas y de haber colocado carteles en múltiples campañas electorales. Tampoco me parece mal que por primera vez un consejero de Agricultura pertenezca a la sociedad civil sin ser necesariamente funcionario de la Junta o del Estado, o de otra administración pública, sobre todo para que sepan los altos cargos de la Consejería en cuestión, que esos puestos no se ganan cuando se oposita. Dicho esto, si algo influí en su formación, para bien, cuando hace años fui su superior jerárquico en el puesto de trabajo que desempeñó en ASAJA, satisfecho me sentiré de ello, aunque en ningún caso me apuntaré ni sus éxitos ni sus fracasos en esta nueva etapa de su vida. A los rastreadores del pasado, que comenzaron su trabajo a las dieciséis horas del pasado martes, les diré que no creo que encuentren nada a lo que sacar punta. Hasta donde sé, Gerardo Dueñas es una persona normal, que hace vida profesional y familiar normal, que pertenece a una clase media muy común, que no va por la calle asustando a nadie, y que ni creo que tenga ideas muy extremistas ni mucho menos que haga alarde de ellas. Vamos, que está en Vox como podría estar en cualquier otra formación de centro derecha. Y por último, los resultados dependerán del equipo del que se rodé, y de lo que sepa escuchar a los interlocutores más cualificados que representan al campo y a sus gentes. Eso y un poco de suerte, como todo en la vida.

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