Alejado del foco mediático desde que se le diagnosticara un linfoma cerebral a raíz de sufrir un accidente cerebrovascular el pasado 17 de diciembre cuando se encontraba en el plató de 'La Revuelta' grabando un especial para Navidad, Raphael está completamente volcado en su recuperación.
El tratamiento médico que está siguiendo ha funcionado a las mil maravillas, y en sus últimas apariciones el incombustible artista, de 81 años, ha sorprendido por su buen aspecto y su energía. Tanto es así que el hecho de que las entradas de su concierto para el próximo 5 de julio en el Festival Starlite de Marbella continúen a la venta han desatado las especulaciones sobre una vuelta a los escenarios que podría ser inminente.
Sin embargo, y a pesar de que se encuentra fenomenal y ha respondido muy bien a la medicación -tanto es así que uno de los dos nódulos de su linfoma cerebral había desaparecido un mes después de iniciar el tratamiento-, el cantante de 'Mi gran noche' es consciente de que en estos momentos toca ser prudente y no precipitarse.
Lo importante es recuperarse totalmente, y así lo ha revelado en su significativa reaparición ante las cámaras de Europa Press.
Y es que dispuesto a ir retomando poco a poco su carrera musical, sin descuidar sus visitas periódicas al médico para continuar con su recuperación, Raphael ha acudido a la sede de su discográfica en Madrid, RLM Management, para reunirse con su equipo y seguir trabajando en su música aunque sea (por el momento) alejado de los escenarios.
Con una gran sonrisa y la energía que le caracteriza, el de Linares -que en esta ocasión no estaba acompañado por su mujer Natalia Figueroa, uno de sus grandes pilares en estos meses en los que ha estado volcado en su lucha contra la enfermedad- ha confesado que aunque se encuentra "muy bien", todavía es pronto para aventurarse a confirmar la fecha de su próximo concierto: "Hay que esperar todavía un poquito" ha reconocido con optimismo, dejando en el aire si se reencontrará con su público el próximo julio en Marbella.