Fiesta en el Nuevo Vistalegre... sí se puede

La afición culturalista disfrutó como pocas veces; le arrebató el lema y el fútbol al Atlético y nunca dejó de creer, ni perdiendo 1-0, para pasar a un unánime "sí se puede"

Fulgencio Fernández
24/01/2020
 Actualizado a 24/01/2020
La afición de la Cultural y Deportiva Leonesa este jueves en las gradas del Reino de León. | ICAL
La afición de la Cultural y Deportiva Leonesa este jueves en las gradas del Reino de León. | ICAL
Amaneció con setas rojiblancas por los bosques de toda la provincia. Los que llevan su pasión colchonera con cierto espíritu de canción de Sabina y resignación se vistieron de rojiblanco, adelantaron el trabajo y prepararon la empanada para ir al Nuevo Reino con la esperanza de que reinaran las huestes del Cholo. Los del colmillo culturalista, a los que se suman esta vez por intereses merengones y culés, sonríen al biés al verlos con la esperanza de que las setas casi siempre son blancas y que le pase al Atleti lo que ellos temieron en Ibiza y Salamanca.

- Los que vieron las orejas al lobo suelen quedar tartamudos; dice Fidelín El Tubero, explicando los resquemores deblancos y azulgranas.

Las sorpresas te atacan. El del súper de Villamanín, siempre tan discreto amanece en chandal, Senén el de Casa Senén trabaja en bufanda, rojiblanca, y en medio de la retranca de la clientela.

- Su hermano, como es diputado, es del Madrid; él, como es el currito, pues del Atlético.
- Por la noche os lo digo, y eso que la Cultu es lo nuestro.

El poeta Manilla no quiere versos para este día, sino musas... para Joao Félix.

Podría seguir. Muchos más de los que creía profesan esa extraña religión del Cholo, El Mono y El Sabio...

Andan por la ciudad desde que faltan horas. Meriendan y quierenver hasta el calentamiento. A las ocho ya hay una muybuena entrada, se fijan en todo: «Los titulares están con el profe Ortega, los reservas con otro, y El Cholo con Dios (mira al cielo) y El Mono, que está como un pincel».

Y a la hora de empezar... las cámaras siguen al Cholo, los fotógrafos también y Aira de zapato blanco —no sé si era una indirecta— parece que se suma a la teoría del maestro, Luis Aragonés, que contaba Balbino. El míster culturalista deja más titulares en el banquillo que El Cholo —Leandro, Kawaya, Dioni, Sergio Marcos...— siguiendo las tesis del Sabio: « Hay que tener contentos a los reservas, que los titulares ya lo están... y si no que se pongan».

Se va llenando el campo. Poco antes del comienzo llegan los cien aficionados del Atlético, escoltados por delante, por detrás y por el medio. Lucen banderas de España y otras de Castilla, se supone que no tenían claro dónde jugaban; y, de vez en cuando, cantan cosas como «España una... y no cincuenta y una», se supone que no saben contra quien jugaban. Cosas suyas. Se acerca Magín con el bombo y les riñe, no se enteran, qué más da.

A jugar. No era tan fiero el león (con minúscula) como lo pintan. Las emisoras nacionales empiezan a decir aquello de «el equipo leonés está muy bien asentado en el campo», que es tanto como decir «no pueden con ellos». El Cholo se mete unas carreras que asusta, El Mono quieto... 0-0 y a la caseta.

La segunda parte es la buena.Correa marca porque es lo suyo. Los de la esquina atlética despiertan y Aira despliega su táctica. Saca a Kawaya y Dioni. Es la táctica del que iba por el desierto con un yunke y le preguntan para qué: «Si me vienen a atacar suelto el yunke y corro como las balas».

Y la bala era Kawaya. Hace lo que le da la gana. Se va siempre. La grada se viene arriba y aplauden hasta un corner... con razón, pues a la salida del mismo mete Julen un gol para que lo pongan hoy en todas las teles...

La esquina atlética cambia el son y ahora dicen «échale güevos, Atleti échale güevos». En el sector blanco se multiplican las banderas de León detrás de la pancarta de «Sin León no hubiera España». La grada se convierte en Vistalegre IV y repiten «¡¡¡sí se puede, sí se puede!!!».

Y ya estamos en la prórroga. Entonces la Cultu se puso en manos del futuro, de su portero francés de programa Foot Talent para detectar fenómenos. A este chaval francés lo encontraron en la Tercera asturiana y Aira loo escondió detrás de Leandro para este día tan señalado. Hizo dos paradas que a Adán le recordaron a Casilla y él, cuando le llegaba el balón, tardaba en sacar. Los penaltys podían esconder su gloria.

Y lo que ocurrió es que la gloria no estaba en las manos, sino en los pies de Sergio Benito.

La esquina rojiblanca enmudeció. Los de su religión en León se convirtieron a la fe culturalista....
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