Fichar jugadores nacionales, una misión casi imposible

El intento del Ademar de reforzarse en el mercado nacional se ve truncado por el cambio estructural que vive el balonmano

Jorge Alonso Macía
16/06/2022
 Actualizado a 16/06/2022
Gonzalo Pérez es uno de los jugadores que se marchará al extranjero. | MAURICIO PEÑA
Gonzalo Pérez es uno de los jugadores que se marchará al extranjero. | MAURICIO PEÑA
Una de las demandas más habituales en la afición del Abanca Ademar, especialmente después de una temporada complicada en la que los refuerzos del equipo han llegado desde el extranjero, es el de contar con un equipo con muchos más jugadores españoles.

Sin embargo, ese deseo que comparte también la directiva e incluso el propio Manolo Cadenas, se ve truncado por la realidad del balonmano nacional, la del club leonés y en general por un cambio de tendencia que supone un problema estructural difícil de arreglar de cara al futuro, pero que por el momento está mermando las opciones del equipo ademarista en el mercado que aún peina para sumar esos 3 o 4 fichajes que necesita de cara a la próxima temporada.

Atrás quedan los tiempos en los que el equipo leonés era la plataforma de lanzamiento ideal para que los jugadores dieran el salto definitivo a uno de los grandes equipos de Europa. Alberto Entrerríos llegó del Oviedo para dar el salto al Barça, Viran Morros cambió el Teucro por el Ademar para después irse al Ciudad Real, Dani Sarmiento se fue de Almería a León para llegar también al Barcelona o más recientemente Rubén Marchán hizo el trayecto Benidorm-León- Nantes, Natan Suárez Cuenca-León-Lisboa o David Fernández Valladolid-León-Plock.

Los jugadores prefieren firmar año a año y seguir en sus equipos esperando la oferta de un equipo europeoSin embargo, parece no ser ya un lugar atractivo el equipo leonés para convertirse en trampolín de cara a ganarse un gran contrato, que en el balonmano es sinónimo de hacerlo fuera de España salvo muy contadas excepciones. Para muestra un botón y es que son más de una veintena los jugadores que emigrarán la próxima temporada desde prácticamente todos los equipos de Asobal, saltándose así ese paso intermedio de jugar en un equipo con aspiraciones en la liga antes de dar el salto.

Cada vez se van más jóvenes y parece que el Ademar, que tampoco puede ofrecer esta temporada ese ‘plus’ que supone el disputar competición europea, no encuentra suficiente atractivo en contar con un entrenador especialista en hacer mejorar a los jóvenes como es Manolo Cadenas.

Así, se está encontrando el equipo leonés con numerosas negativas de jugadores con proyección de diferentes equipos de Asobal que, si no tienen ya la oferta de algún equipo europeo (Sergio Pérez, David Iglesias, Jorge Serrano, Miguel Martínez, Nacho Valles, Ander Izquierdo, Dani Fernández o Carles Asensio son ejemplos), renuncian a firmar contratos largos en España y prefieren seguir firmando de año en año, con unas condiciones económicas similares, en los equipos en los que están sabiendo que de esa forma no deben cambiar sus vidas y que esa oferta que es imposible que llegue en Asobal puede llamar a su puerta a las puertas de quedar libres. Le ha ocurrido al Ademar esto último con jugadores por los que ha preguntado recientemente como Carlos Álvarez (Cisne) o Alberto Martín (Cangas). Apenas queda confiar en motivos personales para dar el cambio. Es la manera de que el equipo leonés haya podido atraer a un jugador de la tierra como Juan Castro o por la que Torrelavega ha podido hacerse con los servicios de Adrián Fernández desde Bidasoa.

A esa imposibilidad de sumar nombres nacionales y con experiencia en la liga se le unen que los propios equipos extranjeros ‘pescan’ en el Ademar, que esta campaña pierde a su capitán (con destino a la segunda división de Alemania) y a su máximo goleador. La diferencia de los salarios que puede ofrecer el club a los que se manejan en los países punteros incluso fuera de las grandes ligas generan una incapacidad para competir por jugadores que obligan al Ademar a buscar extranjeros como única opción.

Porque fuera de las fronteras españolas, especialmente en ligas de segunda fila, sí tiene el Ademar ese cartel de trampolín que quizás esté perdiendo entre los jugadores nacionales. Son innumerables los casos de jugadores que han llegado siendo unos completos desconocidos y que han salido de León con destino a equipos punteros de todo el continente. A eso se agarra el Ademar para intentar crecer porque es a lo que aspiran sus condiciones económicas actuales. Quién sabe si la profesionalización de la liga pueda traer un futuro mejor y la capacidad de retener talento, pero por el momento la realidad es la que es y a ella se tiene que adaptar el club leonés.
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