Se podía ser tan bueno, más noble no

La lucha leonesa en Vegas del Condado ha dejado grandes nombres para la historia de este deporte que van desde El Barquerín de Secos a El Rápido y El Chopo, de todo

Fulgencio Fernández
25/07/2020
 Actualizado a 25/07/2020
lucha-leonesa-vegas-del-condado-25720.jpg
lucha-leonesa-vegas-del-condado-25720.jpg
La prueba de la ‘fama’ o de cómo han calado entre los aficionados algunos luchadores es cómo han  unido sus nombres a sus pueblos; no se puede decir el nombre sin que les pongan el apellido de su pueblo. Así a El Chopo siempre le añadirán «de Vegas», a El Rápido «de San Cipriano» o a El Barquerín, «de Secos», por poner algunos ejemplos muy significativos de luchadores de la comarca a la que aquí nos referimos, el municipio de Vegas del Condado, a la comarca de El Condado, que no se puede quejar de no haber tenido buenos luchadores en su historia.

Pero decir Vegas es imposible sin añadir a El Chopo;por muchas razones, la primera porque fue un excelente luchador, grande como un chopo de muchos años y, sobre todo, noble como se recuerdan pocos por los corros, a pesar de que no le faltaron rivales que le buscaron las cosquillas a ver si la desesperación lograba lo que no podía el cinto.

Fue El Chopo quizás el primer luchador ‘dominador’, el primero que dio el salto de que los campeones ganaran en los años 80 y primeros 90 10, 12 o, como mucho, 15 corros y él ya sumó en 1994 más de veinte con rivales como Julio, Rambo, El Che o El Zorro, por citar algunos; haciéndose además apuestas de cuántos segundos sumaría en todo el corro pues no era la suya una lucha ‘de pesados’, pitaba el árbitro y ya estaba armando la cadrilada. Lo dejó joven, por un accidente en el que murió su padre, para dedicarse a la ganadería. Se le echó mucho de menos.

Cercano en el tiempo estaban los recuerdos de otro comarcano de los que no dejaba pasar el tiempo, de ahí que a Francisco García le pusieran de apodo ‘El Rápido’ de San Cipriano; uno de esos tipos que daban espectáculo, que no regalaban nada y que llevaba con él a unos cuantos chavales del pueblo. Mil historias que contaba en las carreras del taxi con el que se ganó la vida y no hace mucho que se jubiló, cinco minutos antes de que las licencias perdieran mucho valor. Siempre fue listo, para todo.

El Barquerín de Secos, los 4 hermanos Villayandre, los Cascallana... quedan en el tintero muchas historias del Condado, también de sus corros millonarios con Amor y Miguelín arbitrando. Hasta se desesperó El Chopo.
Lo más leído